domingo, 20 de junio de 2010

Veracruz entre la continuidad o la alternancia política

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI

A estas alturas del proceso electoral, caracterizado por una intensa polarización entre los candidatos a gobernador del PAN y del PRI, aderezado por la difusión de las grabaciones que involucran al priísta número uno de Veracruz y a otros de sus colaboradores, aunado al aumento de la violencia política y de la violencia vinculada con el crimen organizado, me queda completamente claro que el partido en el poder tiene contemplado como un escenario posible la derrota electoral este 4 de julio.
Ya lo señaló con toda claridad en una de las grabaciones que circularon a nivel nacional en voz del gobernador Fidel Herrera Beltrán, “es la madre de todas las batallas…”
Si se trata de un asunto del nivel de “la madre de todas las batallas” se entiende que en la contienda electoral se la van a jugar el todo por el todo, de lo que se trata es de ganar a como dé lugar, de sacar todos los recursos que se puedan del erario público o de otras fuentes con tal de ganar cada una de las elecciones en disputa.
Nos han dicho públicamente hasta el cansancio que van por todo, por las presidencias municipales, por los regidores, por la mayoría en el Congreso Local y por supuesto por mantener en sus manos la gubernatura.
Pero una cosa es lo que en los discursos y los objetivos del PRI contemplen para el proceso electoral y otro nivel es lo que la realidad les va a permitir lograr.
En esta ocasión la realidad política de Veracruz nos está mostrando la prevalencia de un escenario electoral altamente competido. Los equipos de Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte de Ochoa se están moviendo de una manera magistral en esta ruta por la disputa del poder.
Queda de sobra mencionar, que ambos equipos políticos se están tomando con excesiva seriedad cada paso que dan en el contexto de la campaña. Esto obedece a que ninguno de los dos aspirantes y sus respectivas estructuras cuentan con la certeza de tener el premio principal en el bolsillo. Por lo tanto, como coloquialmente se dice le están echando “toda la leña al asador”.
No importa si esta leña proviene se recursos legales o ilegales, en los cursos de análisis político que se imparten en los posgrados a los asesores políticos les han enseñado que de lo que se trata es ganar sin importar el cómo.
Bajo esta lógica, cada uno de los dos principales contendientes, nos han mostrado parte de su arsenal político, el más reciente de estos fueron las grabaciones que se dieron a conocer, estas lejos de mostrarnos un aspecto nuevo del proceso electoral nos ratifica el papel que se encuentra jugando el gobernador en lo que él mismo ha definido como “la madre de todas las batallas”. Y por otro lado, nos ratifica que su principal adversario político no va a ceder en su insistencia de atacar a los rojos con tal de mermar sus fuerzas.
Sobre las grabaciones no me voy a centrar si estas provienen de un origen legalmente cuestionable, estos señalamiento son propios de usar en su defensa los que se encuentran directamente afectados, al igual que sus respectivos aliados. Incluyendo al propio Dante Delgado Rannauro y a Convergencia, quienes se encuentran haciendo el papel de una oposición blanda, que ante la incapacidad de entrar en términos reales a la disputa del poder han optado incluyendo al PRD estatal por plegarse a las faldas del gobierno en turno.
Justamente el pasado sábado platicando con un distinguido miembro PRI en Veracruz, demostrando una cierta preocupación sobre el tema me preguntó sobre si las grabaciones podían afectar electoralmente a su partido, le respondí que el asunto de las grabaciones había que entenderlas como parte de una estrategia global de campaña por parte de Yunes Linares, que a lo mejor estos audios no iban a definir la elección pero sí se encontraban en posibilidad de generar algunos cuantos miles de votos a favor del PAN y que estos votos en una elección cerrada, como la que se avecina, posiblemente puedan jugar un papel relevante.
Regresando al tema sobre la continuidad o alternancia política en Veracruz, un elemento central para lograr la alternancia en un contexto autoritario como el de Veracruz, en donde hay una ausencia efectiva, política y legal, de los poderes locales y los órganos autónomos de gobierno, en donde los ciudadanos carecemos de un acceso adecuado de rendición cuentas, en donde los veracruzanos tenemos la percepción de que el gobierno estatal se encuentra plagado de corrupción y clientelismo, en donde la prensa local ha demostrado una supeditación casi total ante los convenios económicos con el gobierno estatal, aunado a la falta de elecciones libres y auténticamente democráticas y el uso de las fuerzas policiacas con fines de control político y electoral; con estos elementos para lograr la alternancia se hace necesario contar con un adversario político lo suficientemente fuerte con la capacidad de enfrentase a un gobierno de características feudales, sólo un candidato que pueda entrarle el proceso electoral en un nivel de iguales y actuando como una genuina oposición va a tener la posibilidad de ofrecer a los veracruzanos un cambio de gobierno.
Esto en cuanto a la necesaria acumulación y uso de fuerzas a desplegar en los tiempos de campaña, al fin y al cabo para eso son las campañas, para un enfrentamiento entre los contendientes que aspiran al poder. Y por supuesto la última palabra la vamos a tener los ciudadanos que el día de la jornada electoral optemos por la continuidad feudal o la alternancia política.

*Director de la revista digital independiente Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx facebook.com/raul.lopezmartinez raul@vozuniversitaria.org.mx

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