jueves, 8 de julio de 2010

Dante Delgado, el recuento

Luis Alberto Romero

En el recuento de los números que arrojó la jornada electoral de domingo 4 de julio, llama la atención la estrepitosa caída, el desplome de la coalición que postuló a Dante Delgado.
Evidentemente, en las cuentas previas de PRD-Convergencia-PT estaba la derrota; lo que no aparecía en el presupuesto político de esos partidos fue el enorme margen de diferencia entre su candidato y los punteros.
Hoy, Dante Delgado muta de protagonista a participante en el proceso electoral, porque apenas superó el 13 por ciento de los votos, muy lejos de Javier Duarte y de Miguel Ángel Yunes, quienes lograron votaciones históricas para sus respectivos partidos, alcanzando más del 40 por ciento.
La campaña austera desarrollada por Dante Delgado, quien le apostó al desgaste de sus adversarios producto de la confrontación y la radicalización de posturas, evidentemente no funcionó.
No funcionó, además, un discurso que, aunque completo en términos de propuestas para Veracruz, se olvidó de las enormes necesidades y el atraso que impera en diferentes regiones de nuestra entidad.
Lo evidente durante la campaña de Dante Delgado fue su limitada presencia en los medios informativos y en los tiempos oficiales a que por ley tienen derecho los partidos que lo postularon. El PRD no cedió sus tiempos oficiales en medios a Dante, como si lo hizo con Gabino Cué en Oaxaca o con Mario López "Malova" en Sinaloa.
En ese sentido, Dante decidió realizar una campaña sin dinero, sin apoyos y con una estructura inoperante. Optó por apoyarse en candidatos que, en teoría, garantizaban la victoria, pero que en la práctica, fueron arrastrados a la derrota, como el caso de José Manuel del Río, en Papantla.
En este proceso electoral, la coalición PRD-Convergencia-PT sólo ganó municipios de poca población, salvo el caso de Cosamaloapan, donde superó con más de 6 mil votos al candidato del PRI. De ahí en fuera, poco para ufanarse.
De aquel Dante Delgado que logró un millón 21 mil 750 votos en la elección de 2006 para senador de la República y que derrotó a José Yunes Zorrilla, candidato del PRI, poco queda.
En este proceso electoral tampoco apareció aquel Dante Delgado que en el 2004, en la elección para gobernador de Veracruz, lograra una votación de 784, 132, siendo superado por los 971, 725 sufragios que dieron el triunfo a Fidel Herrera.
En este proceso, el patriarca de Convergencia sólo alcanzó 422, 996 votos, lo cual nos dice que del 2006 al 2010, Delgado Rannauro perdió el apoyo, la confianza y el voto de casi 600 mil veracruzanos.
Y aunque probablemente seguirá siendo factor en la política de Veracruz, parece que los días de gloria de Dante Delgado son cosa del pasado. En el presente, lo que observamos en esta contienda es el ocaso.
luisromero85@hotmail.com

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