jueves, 1 de julio de 2010

Dictadura democrática

Salvador Muñoz
Los Políticos

En cierta ocasión que entrevisté a Ricardo Ahued, hoy diputado federal por Xalapa, noté que en una mano tenía una herida reciente.
Fiel a mi costumbre, como todo reportero que se fiara de serlo, pregunté qué le había pasado.
La respuesta me sorprendió.
Me dijo que se había lastimado estibando unas cajas que llegaron a sus almacenes una noche antes.
¿Cómo?
Mi pregunta no era para que me contara el modo en que se había lastimado, más bien era una exclamación de asombro al saber que el patrón se había lastimado ¡trabajando a la par de sus hijos y empleados!
Sí, aunque parezca raro, hay políticos que trabajan.
Y digo “trabajan” en el sentido de que saben sudar (no en campañas), saben agarrar el azadón, la pala, saben poner un gato hidráulico… bueno, siendo sinceros, al único que le sé esa virtud es a Ricardo Ahued.
Los demás, baste saludarlos para sentir unas manos más tersas que los de una dama.
Eso sí, trabajan sólo en campaña… se les ve en parques, jardines, en la calle, en las playas, en la burda estafa de querer dar una impresión que no es la suya, recogiendo basura, barriendo o simplemente caminando sudando la gota gorda…
¿Cuándo los volveremos a ver en esa misma condición?
¿Nunca? Se equivoca… los volveremos a ver cuando regresen de nuevo a la campaña.
¿Qué? ¿Fidel Herrera?
Bueno, el gobernador nunca dejó la campaña. El plan está trazado para el 2012 en aras de quedar entre los precandidatos a la presidencia de la república por parte del PRI.
¿Válido?
¡Claro! Ya lo dijo el gobernador en alguna ocasión: En la lucha por el poder, de todo se vale…
Y el poder, a veces, transforma.
Difícilmente alguien puede deshacerse de su encanto una vez que lo prueba. Por eso tenemos siempre a los mismos candidatos buscando que la alcaldía, que la diputación, que la gubernatura, que la presidencia…
Ejemplos… Un Chiunti Ferat, un Cuauhtémoc Cárdenas, una Marina Garay… no pongo a candidatos actuales para no herir susceptibilidades pero ustedes los conocen… saltan de puesto en puesto… de hueso en hueso…
Conste, en nuestra democracia, donde realmente sudan nuestros políticos, es en las campañas… después, el que triunfa, tiene derecho a gozar de aire acondicionado… ¡se lo ganó!
Viene esto a cuento por un caso excepcional en la historia, que nuestros políticos ojalá lo tomen en cuenta: El dictador Lucio Quincio Cincinato.
¿Un dictador?
Sí… un buen dictador, tan chingón, que en su honor, la capital de Ohio lleva su nombre: Cincinati.
Roma había sido invadida por los eucos. El Senado entonces llamó a Cincinato –un general que por diferencias en el manejo de la política (porque uno de sus hijos fue exiliado por hablar fuerte a los tribunos), se retiró a su finca– para que enfrentara a los invasores. Para ello, otorgó todos los poderes a Cincinato y el nombramiento de Dictador.
El Dictador en ese entonces, no tenía la carga peyorativa de hoy en día… era un puesto que se daba por seis meses y una vez que el romano cumplía la tarea, lo dejaba, aunque hubo algunos que se mantuvieron más tiempo… pero ésa es otra historia.
El asunto es que Cincinato, en 16 días, saca a los eucos de Roma y lo increíble es que habiendo cumplido su labor, regresó a su arado a trabajar la tierra sin que quisiera cumplir los seis meses a los que tenía derecho.
Por supuesto… aún con los aires democráticos que impregnan estos días nuestros municipios y estados, lo cierto es que a nuestros políticos, a la gran mayoría, poco les importa, después de probar el poder, volver a trabajar la tierra… esa es nuestra moderna dictadura democrática.
Ya los vio ayer, los ve ahora y los verá mañana en su lucha por mantenerse en el poder.

e-mail: dor00@hotmail.com

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