miércoles, 7 de julio de 2010

El resultado y la cacería

Luis Alberto Romero

Una vez pasada la jornada electoral e iniciado el recuento distrital de los votos, vale la pena analizar el resultado de esta reñida contienda, porque el voto cruzado fue un factor importante; en algunos distritos, la diferencia entre la votación que logró el candidato a gobernador y la alcanzada por el abanderado a la diputación local fue de más de 6 mil votos.
Xalapa I, Xalapa II, Coatepec, Veracruz I y La Antigua son algunos distritos que saltan en los resultados, porque en todos ellos, tal parece que los candidatos a diputados locales y alcaldes, se preocuparon más por sus respectivas campañas que por promover el voto a favor del abanderado al Gobierno del Estado.
Poco tiene que agradecer Javier Duarte a los operadores de su campaña en esos y otros distritos. De hecho, la suma de sus votos en esos cinco lugares llega a 149, 984; cuando los sufragios alcanzados por los candidatos de su partido son de 170, 804.
La diferencia es de 20, 820 votos. Demasiados.
Si el resultado hubiera sido mucho más cerrado de lo que es, incluso adverso para el candidato del PRI, esos 20 mil sufragios podrían haber hecho la diferencia. Por fortuna para Duarte, para el PRI y para su equipo y promotores, no es así.
Sin embargo, surgen algunas dudas sobre la lealtad o, en todo caso, sobre la capacidad de quienes tuvieron a cargo la promoción, la movilización, la estructura y todas las áreas de la campaña de Javier Duarte en esos distritos.
Ese recuento, evidentemente, no sólo incluye a los candidatos y a los operadores del priismo; pasa también por quienes ejercen evidente influencia en la estructura política de esos lugares.
Por otro lado, el dato que vuelve similar el resultado en los distritos arriba mencionados es que en todos ellos, el PRI logró la victoria en la elección para diputados locales; en todo ellos, también, perdió Javier Duarte.
Malas cuentas entregan los responsables de la campaña priista en el norte del estado. Exceptuando Tuxpan y Poza Rica, donde el PRI alcanzó una clara ventaja sobre Acción Nacional, el Revolucionario Institucional fue vencido en toda la región, al igual que en Perote, Coatepec, Xalapa y Huatusco.
De no ser por el sur de Veracruz -en particular Acayucan, Minatitlán y Coatzacoalcos, donde el PRI le sacó una ventaja de casi 50 mil votos al PAN- el PREP hubiera arrojado un empate técnico.
Que si podría registrarse, como dice el periodista José Ortiz, una cacería de traidores, eso es otra cosa. Lo cierto es que el discurso deja suficiente espacio para la ambigüedad: “vamos por la reconciliación… pero no perdonaré la guerra sucia”.

luisromero85@hotmail.com

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