viernes, 9 de julio de 2010

Jesucristo en Playboy


Salvador Muñoz
Los Políticos

El trabajo de editor es sensacional.
Uno asume riesgos, apuesta a una publicación diferente, que cause controversia en una palabra, foto o nota.
Por supuesto, tiene sus riesgos, y el más simple es ¡ser corrido!
Difícilmente habrá un director o dueño en Veracruz que “te perdone” ante una publicación que cause escozor, molestia o enojo.
Y no porque lo provoque en la sociedad, sino en el gobierno en turno.
Sí, en la aldea, difícilmente una publicación causa estupor social. Es más, mientras en unas sociedades es ofensiva la foto de un muerto con la masa encefálica al descubierto y la sangre regada por toda la gráfica, acá, en nuestra comunidad, seguimos disfrutando de ese morbo extraño por ver a un semejante en esas condiciones.
Lo extraordinario es que la gente lo pide…Vaya, si el periódico escurriera sangre, sería mejor.
En mis años de reportero policiaco lo viví. Vendes imagen; vendes sensacionalismo… Si quieres profesionalismo es un deseo particular, porque ni a tu jefe ni al lector les va a interesar.
Admiro el trabajo del fotógrafo policiaco que deja de ser obvio y en lugar de una gráfica me muestra técnica, profesión y, a veces, hasta arte.
Es como el que escribe. Menos adjetivos y más sustantivos.
Todo esto viene a colación porque un editor acaba de perder su chamba.
No atacó al gobierno, no insultó a ningún candidato, no se metió con el presidente municipal y mucho menos con la primera dama.
Simplemente quiso rendir homenaje a José Saramago con unas gráficas muy sugestivas… Es el Playboy de Portugal.

Aquí, la figura principal de la portada no fue una mujer, sino un hombre que representa a Jesús de Nazareth en una cama con una mujer desnuda. Simula algo a la escena cuando Cristo es bajado de la cruz y lo recibe María. Aunque aquí, los roles se invierten.

En el interior de la publicación está Jesucristo en un burdel observando una escena lésbica; otra gráfica muestra al cordero de Dios al fondo, mientras en primer plano una mujer, con falda escocesa y torso desnudo, lee un libro… suponemos que de Saramago. Y una más, Jesús en la calle al lado de una mujer que representa a una prostituta.

En Portugal, el Playboy acabó siendo censurado, y por ende cerraron las oficinas por orden del alto mando de la revista del famoso conejito.
La vicepresidenta de Playboy, Theresa Hennessy, dice que no vieron la portada y de haberla visto no la habrían aprobado.
Efectivamente… Todavía los editores no entienden que hay temas que son intocables… En Portugal, es evidente, no debes meterte con la religión.
En México, que nadie se meta con la Morenita. ¡Ya nos podemos meter con el presidente!
En Veracruz, depende de cada casa editorial…
¿Fue mala idea la publicación de Jesús en Playboy?
Depende de criterios.
Para unos, pudo ser vulgar; para otros, ofensivo; quizás para los menos (por la respuesta), artístico.
¿Debió salir a la luz pública?
Creo que sí… ¿Por qué? Para que la gente hable, externe su opinión y no sea sólo simple consumidor, pasivo, zombie social, incapaz de tener criterio propio.
La portada de Playboy es una expresión pero no un absoluto.
Yo apoyo al editor luso por tener el valor de hacer lo que quizás no se atreve la mayoría: exponer.
Los medios a veces juegan del lado del poder, pero no exponen lo que la sociedad vive. La gente debe saber, enterarse, conocer la forma en que se hace la política y el papel que juega ella.
Si una vez enterada sigue jugando el papel que quieren nuestros gobernantes, es su asunto.
Entonces preferirá seguir viendo fotos de personas descerebradas que externar su opinión por ver a Jesucristo en Playboy.
Al final, como todo buen editor que se precie de serlo, simplemente uno puede decir, publicación en mano, con una patada por salva sea la parte: ¡valió la pena! ¡Desperté a la sociedad!

e-mail: dor00@hotmail.com

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