domingo, 18 de julio de 2010

La grandeza del pescado

Liz Mariana Bravo Flores
Andanzas de una Nutria

“Cuando veo la luna siento que me ahogo y es normal. Que no hará la luna con pequeños llantos, si he visto lo que hace con el mar…”
Rafael Campos



Dicen que el único animal que crece después de muerto es el pez, pues cuando se platica a los amigos la aventura vivida al momento de pescar, el esfuerzo, tamaño y cantidad de los bichos atrapados, de manera usual el narrador se vuelve a emocionar, revive el momento y, la alegría puede filtrar un poco de exageración respecto del peso y tamaño del pescado.
-¡Mentiras de pescador!- Dice mi madre cada vez que escucha las aventuras y relatos de los integrantes del Club de Caza y Pesca de Xalapa “El Baloncito”; pero todo pescador tiene una verdad evidente en el rostro, una que va más allá de la cantidad o tamaño de los animales atrapados.
Una verdad que se evidencia con mirar la cara de un pescador, porque da la certeza de que ama ese deporte y que cada vez que lo practica, sin importar si es en río, laguna, playa o mar abierto, de día o de noche, con frío o calor; regresa a casa relajado, gustoso, cargado de energía renovada e ilusiones por alcanzar.
En la pesca nunca está dicho todo, pues igual que como cuando se hace el amor, aquí cada quien tiene su verdad, su método, horario, herramientas, lugares, mañas y compañía.
Mientras que para alguien el camarón es la mejor carnada, para otro pescador resulta serlo la lisa, el calamar, las vísceras, el chicle, bombón o hasta las bolitas de pan Bimbo.
Hay quienes aseguran que la mejor hora para pescar es en la noche, porque el sol ya no calienta el agua y los peces suben a comer; pero también hay quienes ni de broma lo harían en la oscuridad y ocupan la tarde, justo cuando el sol ha comenzado a caer; hay aquellos que prefieren salir en las madrugadas para pescar apenas comienza a amanecer; y menos son quienes suelen hacerlo a medio día pues, dicen los que saben, que el sol calienta el agua de la superficie y es menos probable atrapar a un animal grande.
Lo cierto es que, una servidora lo ha experimentado en todos los horarios y, de manera distinta por supuesto, siempre resulta una aventura inolvidable la práctica de este deporte.
Igual que en el amor, aquí también juega un papel muy importante la luna, pues hay que recordar que es ésta la que rige las mareas y, por razones obvias, a los peces.
Hay quienes gustan de pescar en movimiento con un señuelo que, con sus colores, texturas y brillos, haga las veces de un pez pequeño y atraiga a los de mayor tamaño; y habemos quienes buscamos el sitio ideal para instalarnos, ponernos cómodos y dar hilo al anzuelo para disfrutar la jornada.
Semana a semana a través de estas líneas podrás saber lo que es la pesca, pero hasta que no te atrevas a vivirlo estas líneas seguirán siendo para ti “Mentiras de pescador”, pues, insisto, este deporte es como hacer el amor, cualquier cosa que te cuente, por muchos detalles que lleve, nunca te hará sentir lo mismo que vivirlo en carne propia, y te aseguro que volverás a casa sonriente y con nuevos bríos.
Así que te invito a contactar al Club de Caza y Pesca de Xalapa “El Baloncito” y compartir con nosotros esta gran aventura.

nutriamarina@gmail.com

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