jueves, 15 de julio de 2010

Qué poca… manera de hacer las cosas

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Cuauhtémoc Blanco es un hablador y un tipo incumplido en sus compromisos. No sé si en los personales, pero en los laborales me queda claro que sí.
Hay gente que lo tacha de mercenario. Y lo es. Pero qué más da. ¿Quién no lo es en el deporte profesional? No importa, ése no es el tema. Está en el ocaso de su carrera y le gusta la buena vida, debe generar dolaritos que le aseguren su futuro. ¿O a poco creyeron que “La Hora del Cuau” en Fox Sports o “La Documentada” de Televisa fue porque quería innovar en su imagen?
Por Dios, quería billete a año y cachito de despedirse de las canchas. Pero insisto, eso no importaba, lo que sí es de criticar es que jugó con una afición, llámese como se llame, del municipio que ustedes quieran, que para colmo de males resultó la de Veracruz, que ha sido muy maltratada.
No se vale porque mucha gente se emocionó cuando el entonces presidente de los Tiburones Rojos, Raúl Quintana Fernández, anunció con bombo y platillo la venida del jugador ¡por un año! Y luego vino la presentación, chula de bonita, todos a la expectativa por ver el regreso del “salvador” escualo, que a final de cuentas sí se rompió el alma en la cancha, pero le pusieron puro tronco adentro y fuera del terreno.
¿Cómo olvidar esos lagrimones que vertió en el piso de la sala de prensa del Luis de la Fuente? Conmovedor el asunto, más por el florido lenguaje del “Cuau”, “sí, cabrón; no, cabrón”. Ya saben, palabras más o menos.
Pero lo más grave fue que se comprometió a quedarse con el equipo hasta que ascendiera si fuera necesario. Tremenda mentirota, nada más se fue Raúl Quintana y vio la primera rendija para huir.
Algunos dicen que era mucha lana la que pedía y por eso la relación laboral se decidió terminarla, y pues ojalá al nuevo presidente, Mohamed Morales Álvarez, le haya salido la jugada y no vaya a ser que el Irapuato sea el que consiga el campeonato del Apertura 2010 de la mano de Blanco.
En fin, la novela del “Cuau” en el puerto se volvió a terminar en seis meses; ojalá le vaya bien, que al América vuelva el próximo año y lo haga campeón. Que se retire como el gran jugador que es, porque como persona se vio como alguien que le gusta jugar con las ilusiones de una afición que ya está muy lastimada.
Con los pies es un tipo tremendamente inteligente, pero como persona no es más que un bocón que no se preocupó por un público veracruzano que se le entregó en todo momento.
Hasta la vista.

fhernandez1980@gmail.com

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