Segundo tercio

Luis Alberto Romero

Nada nuevo; nada, además, inesperado para quienes observan, desde el ruedo, desde la barrera y desde el tendido, la política veracruzana. La validación del resultado electoral por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado era un asunto ya cantado de antemano y probablemente lo que saltó fue la prisa con que actuaron los magistrados locales, pues teniendo 20 días más para dictaminar las seis decenas de impugnaciones a la elección para gobernador, realizaron el trabajo en unas horas.
Previamente, casi en fast track el tribunal estatal de elecciones había validado el resultado que arrojaron los 30 cómputos distritales, al considerar improcedentes los recursos de inconformidad presentados por los partidos que perdieron la elección de acuerdo con los resultados del IEV.
Anularon, sí, 200 casillas en todo el territorio estatal y dicha determinación fue justificada con el causal de error o dolo en la votación; sin embargo, esa acción en nada modificó los resultados distritales y tampoco afectó la elección para gobernador.
Al final de la jornada, los magistrados Daniel Ruiz Morales, Lorenzo Álvarez Montero y Gregorio Valerio validaron la elección y declararon a Javier Duarte como gobernador electo de Veracruz. De igual manera, desestimaron la posibilidad de conteo voto por voto, así como la apertura de la paquetería electoral, decisión que también era esperada.
Javier Duarte, de acuerdo con las cifras dadas a conocer ayer, logró un millón 357 mil 705 votos, ganando la elección con un margen de 79 mil 558 sufragios sobre su más cercano contendiente, el panista Miguel Ángel Yunes Linares.
Ayer mismo, en un comunicado, el de Soledad de Doblado se lanzó contra el gobernador Fidel Herrera, contra Javier Duarte y contra los magistrados del tribunal estatal de elecciones.
En la parte medular de su carta, que consta básicamente de cinco puntos, Yunes Linares avisa que recurrirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, TRIFE, cuyos magistrados, como última instancia, resolverán quién será el próximo gobernador de Veracruz una vez concluido el periodo de Fidel Herrera.
El anuncio del exdirector del ISSSTE era esperado ya en esos términos y su actitud y su tono, también. Nada nuevo.
Lo cierto es que será un camino largo y accidentado, en el cual todo puede pasar: desde la anulación del proceso, con la consecuente convocatoria para nuevas elecciones, hasta el que se considera el escenario más probable, la ratificación del resultado.
En todo caso, lo que observamos ayer, con la declaratoria de gobernador electo, equivaldría al segundo tercio de la fiesta brava: el de banderillas. Falta el último paso, el de la revisión por parte del TRIFE de los recursos de impugnación que promoverán los panistas; para eso, las cuadrillas del priismo ya se preparan para defender el resultado ante los tribunales.

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