Cuánto poder en nuestras manos

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Realmente los recientes días han sido dignos de toda reflexión tras conocer el dopaje cometido por Noé Alonzo en los recientes Juegos Centroamericanos y del Caribe, y conste que doy la afirmación porque el hecho existe, aunque no todo debe verse o blanco o negro, sino que los matices interfieren en este caso, pero más allá de eso, noto cada vez que las plumas y los comentarios que los representantes de los medios hacemos pueden destruir una carrera y destruir una vida particular.
El lunes pasado en uno de los diarios con mayor tiraje en el estado leí tristemente cómo un colega reportero señaló que el jugador se escondía o que la directiva de los Halcones UV Xalapa lo hacía, sólo porque el coach Iván Déniz trabajó a puerta cerrada en “El Nido”.
La situación fue una coincidencia a que ese día el entrenador decidió implementar a fondo su sistema de juego; además, había chance de entrevistar a los basquetbolistas al término de la práctica, pero las afirmaciones y ataques en una nota, columna o en ambas a veces es por la ignorancia o flojera, porque dicho redactor de notas (para mí no es periodista) no estaba en el recinto cuando eso pasó, sí el fotógrafo que mandó. Así que ¿para qué rasgarse las vestiduras con un “no nos dejaron entrar, buu, buu” y lloriqueos de este tipo?
En el puerto de Veracruz vi algo similar, luego de que Halcones emitiera un comunicado de prensa para dar su postura ante el caso de Noé; el medio colocó la cabeza de la “nota” como si la UV Xalapa apoyara el dopaje, a lo que algunos seguidores postearon su inconformidad, aunado al ardor que tiene luego de que su equipo, los Rojos, perdiera la reciente final de la LNBP justamente ante los Azules.
Aquí no se trata de defender a nadie ni de ponerse el santo en la cabeza. Alonzo se equivocó, consumió una sustancia prohibida y si no tenía conocimiento de que era inválida pecó de confiado el mexicano, al no tener a la mano el enlistado de las cosas que no debe consumir como atleta de alto rendimiento.
Pero por el otro lado, tampoco podemos satanizar, mucho menos crucificar a un individuo, aunque nos caiga mal, por un yerro así; a diario, nosotros, los periodistas, que casi siempre nos creemos dueños de la verdad absoluta metemos las cuatro patas, sólo que en la misma cantidad de ocasiones, la ignorancia de la masa impide que seamos los que debamos ser quemados en leña verde.
Tan sólo hay que investigar un poquito más así como hacer mejor nuestro trabajo en general, y sí, lo digo en plural, para todos, incluido este servidor.

Hasta la vista.

fhernandez1980@hotmail.com