jueves, 19 de agosto de 2010

Placeres y Niños Chatarra

Brenda Caballero
Números Rojos

Si en estos momentos me confesara, diría que he pecado mucho: de pensamiento, palabra, obra y omisión, peor aún peco y seguiré pecando, pues constantemente caigo en al menos un pecado capital.
Y es que dentro de mis grandes placeres con “C”, el de “comer” por supuesto, confieso que me gusta la comida chatarra o comida basura como algunos la llaman, por sus grandes cantidades de grasa, azúcar, sal y condimentos.
Y es que sería hipócrita si dijera que me abstengo de comer papas fritas, pasteles, refrescos, y cuido la línea consumiendo productos Light. ¡Para nada!, aunque trato de consumirlos esporádicamente, para no generar más llantitas de las que tengo.
Desde que tengo uso de razón ha existido la “comida chatarra”, y la población la consumía, entonces… ¿Por qué había menos niños obesos?
Estoy de acuerdo con las medidas del Gobierno federal de quitar la comida chatarra de las escuelas, aunque considero que las medidas emprendidas no cambiarán la cultura de una población que consume más refrescos de cola que leche.
Aunado a que la mayoría de las madres trabajan, es fácil ponerle al niño un gansito y un Pau Pau, para que desayune. ¿Y para comer? ¡Fácil! nos vamos todos a una cadena de comida rápida de pollos o hamburguesas… No, para que ir hasta allá, mejor a domicilio. ¡Qué tal una pizza!, y aplicamos el cupón de descuento.
No podemos ir a la cama sin cenar… Unos jochos y una coca light, pero si prefiere sentirse ligero, un cereal con leche (de ése que sólo es harina con azúcar).
Cualquier parecido con la realidad de millones de mexicanos es puritita coincidencia.
Aunque es causa de desesperación del Gobierno federal por sacar toda la comida chatarra de las escuelas, bueno no toda, se aceptará la venta por parte de las cooperativas de galletas y refrescos light.
Estas medidas pretenden que 25 millones de niños de nivel básico estén saludables (sólo los de preescolar, primaria y secundaria). ¿Y los demás? ¿Qué se los cargue el payaso?
He de suponer que en la población más pequeña no están definidos sus hábitos alimenticios, y se pretende que coman frutas, verduras y que tomen agua natural en lugar de comida chatarra.
¡Vaya! hasta se les ha ocurrido la brillante idea de repartir menúes entre el alumnado como propuestas de alimentación basadas en el plato saludable (antes pirámide alimenticia) para mejorar su estilo de vida y cuando sean adultos no desarrollen enfermedades del corazón, diabetes, obesidad, caries y hasta celulitis.
Qué perfecto suena todo, hasta se asemeja a un cuento de hadas que tendrá un final feliz, pero… ¿Con qué dinero comprar frutas y verduras, cuando el salario mínimo está entre 54 y 57 pesos dependiendo del área geográfica?
Al menos un kilo de manzanas está entre 20 y 26 pesos, dijera Pedro Infante a su “Bartola”: “de lo que sobre, pagas la renta, el teléfono y la luz”.
Ojalá y realmente se aplicaran las medidas en las escuelas contra los alimentos chatarra, sería excelente ampliar el panorama a preparatorias, universidades y centros de trabajo, pero desgraciadamente considero que el gobierno seguirá permitiendo la venta de la comida chatarra en las escuelas. ¿Por qué?, porque incentiva fiscalmente generando grandes costos fiscales. Un ejemplo muy claro es grupo industrial Bimbo (que según dicen financió la campaña presidencial) que en el año de 2008 vendió 82 mil 317 millones de pesos y obtuvo 42, 024 millones de pesos en utilidades brutas, pagando un mil 641 millones de pesos en ISR y 212 millones en IETU. Bimbo pagó 3.9 por ciento sobre utilidades brutas y 1.99 por ciento sobre ventas totales o Coca-Cola Femsa, que al 2009 adeudaba dos mil 205. 12 millones de impuestos.
Porque siendo los estudiantes un potencial consumidor de productos chatarra disminuiría en algunas empresas sus ingresos y por consecuencia, su utilidad, traduciéndose en impuestos que la federación dejaría de recibir.
¿Será por eso que las Secretarías de Educación Pública y de Salud anunciaron que el 9 por ciento de las frituras y botanas, el 49 por ciento de los pastelitos y galletas así como las bebidas “light serán permitidas para su venta en las escuelas? ¿Ejercerían presión la Secretaría de Economía y las grandes empresas para evitar la aplicación al 100 por ciento de la norma anti-chatarra?
¿Normará también el Gobierno federal los juegos de video, la televisión o la internet con el propósito de que los niños no se vuelvan sedentarios y sean obesos?
Creo que prefiero pecar de pensamiento, palabra y obesión comiendo chatarra a comida Light, pues me genera más dudas…
¿El huevo es light por el gallo o la gallina? ¡No me imagino lo light del proceso de apareamiento!
Email: brendacaballero1@hotmail.com

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