martes, 24 de agosto de 2010

Que dejen toditos los libros abiertos…

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Creo, con Confucio, que donde hay educación no hay distinción de clases. Ya se ve en consecuencia que aquí en nuestro lindo México, pronto a celebrar el dichoso Centenario y Bicentenario, la educación anda por los suelos o, mínimo, tirando por las banquetas.
Y no tan sólo lo digo yo, lo advertimos a diario todos. Además, fue Alexander Von Humboldt quien dijo a principios del Siglo XIX que México “es el país de la desigualdad”, y agregó, refiriéndose en aquel entonces a los territorios de las antiguas colonias españolas: “acaso en ninguna parte hay una desigualdad más espantosa en la distribución de las fortunas”.
Doscientos años después, ¿acaso no seguimos igual o peor? Al menos es lo que sostiene el más reciente reporte publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Según, un estudio de Luis Felipe López Calva y Nora Lusting, colaboradores del PNUD: “América Latina y el Caribe es la región más desigual del planeta. Los datos no mienten: de los 15 países con mayores niveles de desigualdad en el mundo, diez se encuentran en la región. Sólo en cuanto a inequidad en el ingreso, Latinoamérica es 18 por ciento más desigual que el África subsahariana, 36 por ciento más que el Este asiático, y 65 por ciento más desigual que los países de mayores ingresos del globo”. (Milenio Semanal/15 de agosto/2010).
¿A qué se debe esto? Pues, según, otra vez estos chuchos del PNUD, a falta de políticas públicas fuertes que hagan frente a la crisis económica y permitan la disminución de la brecha de ingresos partiendo de la expansión de la educación básica.
Pronto, dicen estos investigadores, “el incremento de la escolaridad de la fuerza laboral enfrentará barreras más difíciles en términos de la educación postsecundaria. Aunque la escolaridad sin duda se ha vuelto significativamente más equitativa, no se puede decir lo mismo respecto a la distribución de la calidad educativa”. Sí que estamos muy mal, entonces.
Porque “importan las oportunidades y el acceso a bienes y servicios, pero también importa el proceso mediante el cual los individuos son sujetos activos de su propio desarrollo, incidiendo responsablemente sobre sus vidas y su entorno inmediato”, dice Heraldo Muñoz, director regional del PNUD. Pero con una educación de la máuser, ¿pues cómo?
Para esto, el presi Calderón sólo anunció, en el acto de inicio del ciclo escolar 2010-2011, que impulsó a los consejos escolares; regular las tienditas y alimentos en escuelas; programitas de fomento a la lectura; planecitos para apoyar en el conocimiento de matemáticas y aplicación de la ciencia en la vida cotidiana; además de otorgar mil becas para estudiantes desde primaria hasta sus estudios universitarios. ¡Qué chido!
Y de pilón, dizque la SEP entregará libros con faltas de ortografía y expertos detectaron ideas confusas e información insuficiente en algunos volúmenes. ¡Qué bonita familia!

De cinismo y anexas
James Robinson, profesor de la Universidad de Harvard, señaló que los países que tienen el poder político concentrado en estrechas élites u oligarquías tienden a generar desigualdad, mientras que cuando el poder político está distribuido más ampliamente suelen conseguirse sociedades más igualitarias. (Milenio Semanal/15 de agosto/2010). ¡Glup! ¿Cómo andamos en México?

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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