viernes, 17 de septiembre de 2010

25 años, 58 héroes

Salvador Muñoz
Los Políticos

Hace 25 años con un día, estaba en la cama durmiendo a pierna suelta. Eran las siete con 19 minutos cuando mi hermana Laura entró a la recámara y me dijo: “¡Manito, está temblando, salte!”
Por supuesto, sentí la fuerte sacudida, vi por la ventana un poste bamboleándose y a mi hermana salir de mi recámara… no sé cuánto duró y volví a los brazos de Morfeo.
Sin embargo, la preocupación de mi madre me impidió seguir durmiendo. El servicio telefónico no daba línea al DF… Prendimos la tele y estaba Memo Ochoa y Lourdes Guerrero, repetían el momento del temblor.
Sí… estábamos preocupados porque la familia del DF no daba respuesta de su situación.
Conforme pasaron los minutos y las escenas empezaron a aparecer, la angustia se multiplicó hasta que… ¡por fin! Sonó el teléfono… no había identificador de llamadas pero sabíamos que eran ellos… ¡Los Munguía y los Chávez estaban bien!
Mi mamá llegó a la Catarsis junto con otros familiares… Lloraban de tranquilidad.
El 20 de septiembre hubo una réplica fuerte. Fue en la noche. Estaba en el colegio de bachilleres Independencia, salíamos de clases cuando empezó a temblar. Estábamos en la planta alta cuando se desbordó el pánico. No estoy seguro si estaba con mi primo Carlos pero alguien y yo nos replegamos a la pared porque los compañeros bajaron despavoridos, aunque no hubo nada que lamentar.
De esa fecha para acá, han pasado 25 años. Leyendo y releyendo, me encontré un recuerdo de Lorenzo Franco Aranda, viejo lobo del mar del periodismo, que platica lo que vivió allá en el DF, donde era titular de la jefatura de prensa de la Coordinación General de Abasto y Distribución del Distrito Federal (Coabasto).
“Residía yo entonces en el legendario barrio de Belem, muy cerca de los típicos canales y del centro urbano de la turística delegación Xochimilco, enclavada al sur de la gran ciudad. Ahí se sintió, fuerte pero breve, el sismo de 8.1 grados en la escala Richter”.
Dice que se trasladó a sus oficinas: “Como pude, abordé un taxi que me dejó cerca de mi centro de trabajo. En el trayecto, escuché las primeras narraciones de los noticiarios radiofónicos matutinos que informaban, en forma catastrofista, de los hechos”.
Pero del recuerdo pasa a la entrevista y Lorenzo Franco va más allá: Se encuentra a 58 héroes en Xalapa, que entregaron su mayor esfuerzo en los escombros, entre las piedras, entre una política absurda de querer aparentar trabajo para que los funcionarios salieran en la foto, entre la solidaridad del mexicano que tenía mucha voluntad pero poco conocimiento de cómo atender una crisis como la del 19 de septiembre en la ciudad de México…
Esos héroes estuvieron o están, en la Cruz Roja de Xalapa. Algunos de ellos viejos conocidos nuestros, tanto de periodistas como de lectores, porque se desenvuelven en el medio. Nos referimos a los hermanos Salgado Peralta y a Hugo Cruz Ojeda, entre otros.
Igual hay otros héroes como Saúl Marín Olvera, Jaime Caballero Hernández y Luis Álvarez Andrade, quienes recibieron en su oportunidad la medalla “Henri Dunant”, con la cual la Cruz Roja internacional reconoció su valiosa participación tras los sismos de 1985 en la ciudad de México.
Ellos narran, en el trabajo de Lorenzo Franco, los terribles escenarios a los que se enfrentaron tanto el 19 de septiembre y días posteriores a ese año.
Por motivo de espacio me es imposible narrarle tales hechos, pero el asunto es dar un abrazo solidario, a todos y cada uno que haya sufrido de algún modo, ese día tan lamentable en que se sacudió la ciudad de México y un reconocimiento a esos 58 héroes de Xalapa que hicieron mucha diferencia entre los escombros hace 25 años.

e-mail: dor00@hotmail.com
Twitter: @cainito

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