miércoles, 22 de septiembre de 2010

¡Encontró a su bruja!

Salvador Muñoz
Los Políticos

En 1590 se celebró uno de los juicios que habrían de marcar precedente en la historia de la brujería: Berwick.
Es singular este caso por algunos datos que resaltan a la hora de narrarlo, como por ejemplo el hecho de que a partir de ese momento, el rey James VI (algunos lo ubican también como Jacobo I de Inglaterra) autoriza la tortura como método para descubrir si una mujer u hombre, estaban coludidos con Satán.
Quizás el hecho que motiva a James VI a permitir castigo corporal al acusado, pudiera ser porque él fue “víctima” de un acto de “hechicería”.
Primero, porque su prometida, Ana de Dinamarca, en un viaje a Noruega, tuvo al mar picado. Meses después, James de Escocia, al ir a Dinamarca, igual encontró un mar embravecido. Después, cuando ambos viajaban a Escocia, su barco fue presa nuevamente del oleaje.
Sí, los enemigos políticos de James VI de seguro habían buscado ayuda en fuerzas oscuras que “cocinaran el tiempo”.
Y una vez incubada la idea, había que encontrar culpables.
La sospechosa fue una joven de la servidumbre, quien tras no decir nada, fue en ella permitida la tortura para que así, dijera quiénes eran los responsables de la hechicería provocada en contra de su majestad.
Aparecieron entonces nombres y responsables: otras mujeres capitaneadas por John Fian, un maestro de escuela “capaz de conjurar” a las fuerzas del clima, a las energías meteorológicas.
Sí, las brujas de Berwick fueron condenadas junto con Fian, por haber manipulado al mar para atentar contra el rey de Escocia.
¡Vaya! De los 20 cargos que les imputaron, destacaba éste: “Conspiración con Satán para hacer naufragar el barco que llevaba al Rey James a Noruega, en un viaje de visita a su futura reina, tirando un gato muerto al mar”.
Sí… ¿Una tormenta fue suficiente para quemar en la hoguera a estos conspiradores? No estoy seguro que los hayan quemado… no se estilaba. Creo que los colgaron o arrojaron al mar.
Había la creencia de que las brujas tenían poder sobre el tiempo, así que imagine cuántas mujeres no padecieron tortura y muerte porque llovió, hubo un huracán, una tormenta o a alguien le cayó un rayo…
Todo esto viene a cuento porque, en su Twitter, Fidel Hererra dijo: “Ayer sin consultarme y sin mi aprobación, un grupo de transportistas lidereados (sic) por la Dip. Elvia Ruiz, con el fin de apoyar a nuestros hermanos veracruzanos, utilizaron propaganda de CNOP y PRI con mi nombre en sus camiones, cosa que repruebo enérgicamente”.
La precisión obedecía a una foto que fue descrita de mil formas por internautas, columnistas y “opinistas”, aunque la mejor descripción se la dejo al periodista de El Economista, Enrique Campos Suárez, quien dice: “La imagen es tan predecible como detestable. Sobre un costado de un camión con ayuda humanitaria a los damnificados veracruzanos, aparece una manta roja con la leyenda: ‘Fidel Herrera Beltrán en apoyo a los veracruzanos, emergencia climatológica’. En las esquinas superiores, en una, el logotipo del PRI de Veracruz; en la otra, el distintivo de la CNOP”.
La condena del gobernador fue directa para Elvia Ruiz Cesáreo.
¿Justa condena? Usted tiene su mejor opinión.
Pero a lo mejor la lideresa de la CNOP y diputada local por Orizaba, actuó de buena fe, envuelta en ese torbellino que el mismo gobernador creó por enaltecer su figura, aunque con ello provocara Ruiz Cesáreo, una tormenta mediática en Fidel Herrera, que tuvo que parar de tajo.
Y sencillamente, el gobernador actuó como James VI… ¡encontró a su bruja!
¿La quemamos?

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