¡Sigo con el Gobernador!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Hace unos días pasé por Arco Sur y lo vi, ¡tapando baches!
Poco tiempo después, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, lo vi, ¡tapando baches!
¡Era Federico!
Y recordé cuando lo vi la primera vez, hace como… ¿diez años? O un poquito más…
Federico Márquez estaba con Erick Lagos en esa oficina de Xalapeños Ilustres. Ambos, varitas de nardo.
Junto con el actual diputado local, se parecían a la abuela: hacían pan de la nada.
Federico y Erick llegaban con mi esposa al Consejo Estatal de Población y le pedían que les hiciera el favor de mandar fax o, a veces, hasta una llamada para el senador, lo que ponía en predicamentos a la señora pues Froylán Ramírez Lara le pensaba, al fin político… Pero una cosa era segura: Tanto Erick como Federico, haciendo juegos y malabares, cumplían sus objetivos y el fax y la llamada las recibía el senador.
Y es que el gobernador Fidel Herrera, se ve, adiestra, por así decirlo, a sus muchachos para que salgan a flote en la adversidad y los pone a trabajar desde abajo.
Ahí está el mismo Javier Duarte, al que califican de haberle cargado el portafolio a Fidel Herrera ¡y hoy es gobernador electo!
Pero no sólo eso… se la pasaba en la ciudad de México recortando notas de Veracruz para hacerle un dossier al titular, creo que de Fonhapo… No estoy seguro, pero de que empezó (Javier) así su carrera política, así la empezó. ¡Y hasta dónde ha llegado!
Por eso me extrañó ver a Federico Márquez tapando baches cuando yo lo hacía en casa del mandatario… Y es que a diferencia de Javier y de Erick (políticos), Federico es acción, operativo, movido, un resuelve-problemas, alguien que se ocupa y no preocupa. Lo mismo te repara una fuga que te arregla la instalación eléctrica. Vaya… si no fuera porque es más operativo que político, seguro se llevaba entre las patas a muchos fidelistas.
Tío Fide conoció a Federico en el CDE del PRI, según me contó el senador una vez en la Parroquia, justamente cuando conocí a otro de sus jóvenes, Christian Morales Carreto. “Vi que eres movido, discreto, acompáñame” le dijo y Federico lo siguió como Pedro a Jesús.
Y durante la campaña para senador, igual volví a ver a Federico distribuyendo la propaganda del candidato, amarrándola y pegándola.
Ya nadie se acuerda, pero alguna vez en esa campaña, escuché una rolita que, si la memoria no me falla, decía más o menos así:
“Él es un gran senador / te lo diré / si quieres que llegue a grandes alturas / hay un amigo que se preocupa por ti / en el senado de la República / te lo diré…”
Era al ritmo de “Aserejé”.
Así es, el autor era el mismo Federico, a quien a veces me encontraba en quince años o bodas en las percusiones. ¡Es músico!
Total que el buen Federico siguió en la campaña para Gobernador a Fidel y tras ello, Herrera Beltrán lo colocó en su casa.
Por eso, cuando vi a Federico en la avenida Lázaro Cárdenas tapando baches, las dudas me asaltaron: ¿Habrá dejado al gober? ¿Ya no trabaja con él? ¿Qué le habrá pasado?
Así que, reduje la velocidad de mi moto y le grité:
–¡Federico! ¿Dónde andas? ¿A poco estás en la Junta Estatal de Caminos?
Y me respondió, sonrisa en flor de labio y el entusiasmo de siempre:
–¡Sigo con el gobernador!
Agitó la mano y siguió trabajando.
¡Órale! ¡Eso sí es fidelidad! Duarte, gobernador; Erick, diputado… ¿cuál será el futuro de Federico? Sólo Herrera Beltrán lo sabe.
El “sigo con el gobernador”, me dejó impresionado.

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