lunes, 15 de noviembre de 2010

Dos Informes

Salvador Muñoz
Los Políticos

Dos informes, tan similares en sus números, en sus discursos y en su frialdad que no hicieron más que recordar ese viejo adagio galo pronunciado por el ministro Sillery, al deceso de Enrique IV cuando la reina le dijo: “¡El rey ha muerto!”…
Parecía que iba a ser una fiesta, tanto en el Congreso como en el Museo Interactivo de Xalapa… y lo fue, pero no hubo ese ánimo que en años anteriores. El aplausómetro careció de la fuerza de informes pasados, a los paleros les faltó imaginación para iniciar porras, y el mensaje del gobernador no hizo la química con el público que en años anteriores estallaba en palmadas estruendosas. Hoy, fue un público más que discreto, pasivo.
Y eso que pintaba en el Congreso del Estado, en la mañana de ayer, todo lo contrario: Un show para entrar al recinto, entre empujones, apretones, ánimos caldeados entre los elementos de seguridad, prensa y gente que pretendía pasar sin acreditación…
Alcaldes cuasi “ex” y alcaldes electos desfilaban al recinto legislativo para ocupar su lugar. Por allí se vio a Salvador Manzur, Guadalupe Porras, Elizabeth Morales, David Velasco, así como ex mandatarios estatales como Manuel Bartlett, Ulises Ruiz, o actuales, como Humberto Moreira, Andrés Granier Melo.
Desfile de incertidumbre de los que salen pero que esperan que la nueva administración estatal los tome en cuenta. Desfile de modas entre las damas, incluyendo reporteras, jefas de prensa, políticas y servidoras públicas luciendo sus mejores galas.
El chascarrillo entre los cuates antes de que iniciara el Sexto Informe:
¬–¿Sabes por qué llegó a diputada Ainara Rementería?
–No…
–Porque tiene un Papá Jon…
El recinto legislativo, si bien estaba lleno, no tenía la estrechez de otros tiempos, de otros años, de otros informes. Deambulaba uno sin necesidad de empujones.
Estaban todos los que tenían que estar y los que dijeron que no estarían, lo cumplieron. Los panistas fueron criticados, “bajita la tenaza”, por algún sector de la prensa, que decía que era lamentable que sólo pensaran por quienes votaron por ellos y no por todos los veracruzanos. ¡Que con su PAN se lo coman!
Y llegó el Gobernador para entregar su informe directamente al presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Eduardo Andrade Sánchez… ¿y qué hacía allí Reynaldo Madruga Picazzo en esa mesa? ¡Quién sabe!
Alegre, saltarín, Fidel Herrera se dirigió al podium donde habría de hablar durante 26 minutos teniendo enfrente a su sucesor, Javier Duarte de Ochoa.
Al lado derecho del Gobernador, colocaron sillas para su gabinete. Al frente, los invitados de honor, entre ellos algunos alcaldes como Salvador Manzur, algunos ex y gobernadores, funcionarios como Memo Herrera, Julio Cerecedo, Antonio Gómez Anell, entre otros.
(Y hablando de los Anell, Ariel Patricio, director de Política Regional, estaba feliz… había “desactivado dos bombas” por la mañana antes del informe)
Y otra interrogante… ¿qué hacía Rafael el negro Cruz entre tanto funcionario? ¡De colado, seguramente! Quizás su última travesura a sabiendas de que no podría entrar a la comida posterior a los informes en Casa Veracruz porque de seguro, doña Rosa lo corre.
Y como borracho, ¡hasta atrás!, discreto, el dirigente del PRI estatal, Tonicho Márquez Hernández.
A lo lejos, Karime Aguilera Guzmán seria, tan seria que su entrecejo era un constante sondeo por ver y reconocer a quienes estaban en el recinto. Al menos, se veía más atenta al discurso del gobernador que Ainara Rementería, víctima de la “celulitis”… y no porque sus piernas evidenciaran retención de líquidos… ¡para nada! Es que durante el informe, se la pasó enviando mensajitos con su “blackberry”… bueno, no era la única, curules atrás, Genaro Ruiz Arriaga igual se la pasaba con mensajitos tanto que hasta se jorobaba.
Para eso, Fidel agradecía la presencia de equis, ye, zeta, de Javier Duarte de Ochoa y demás, pero cuando se refirió a su ex compañero senador, Gerardo Buganza Salmerón, hizo una pausa que en otros años, hubiera provocado una andanada de aplausos… pero no hubo tal.
Las que sí estuvieron atentas al informe fueron la grandota del norte, Anabel Ponce Calderón, y Paulina Muguira Marenco, ambas, de elegantes vestuarios rojos, muy ad hoc a su personalidad cada quien. ¡Vaya! Hasta la cordobesa tomaba apuntes de lo que comentaba el Gobernador.
Entre el público, Guadalupe Porras, alcaldesa de Minatitlán y suegra de Marcos Theurel Cotero. Tenía la mirada apagada, como si añorara desde ese momento el poder que tuvo cuando diputada local y el poder que a finales de este año, se habrá de esfumar.
Por allí, rascándose el mentón, Víctor Borges Caamal, el Alushe, consejero del IEV… dijo adiós a la “barbita de chivo”… quizá involuntariamente por eso se llevaba las manos buscando lo que ya no tenía. A unas butacas, Jacobo Domínguez Gudini, otro consejero.
Y el discurso de Fidel Herrera continuaba. Y marcaba las pausas, los acentos, las entonaciones de sus logros, de sus metas, de los avances en Veracruz… pero los aplausos no aparecían.
Todavía le dio “calorcito” a Dante Delgado Rannauro y a Gerardo Buganza Salmerón por las aportaciones que hicieron con sus propuestas como candidatos a gobernador y allí, por fin, el público “soporificado”, reaccionó y estalló en aplausos para el ex panista.
Mientras, Ainara y Genaro Ruiz Arriaga seguían con mensajitos desde su “blackberry”.
Eran 26 minutos y acabó entre un aplauso que fue tan similar al discurso del gobernador: breve, conciso y rápido. Un palero por allí gritó: “Adelante Fidel Herrera” pero la reacción fue ligera, sin fuerza, ¡de a huevo! Tan así que ya no hubo réplicas pues los asistentes salieron “huyendo”, quizás la mayoría para dirigirse al Museo Interactivo de Xalapa.
Y la avenida Murillo Vidal, a la altura del MIX, era de filas de autos que iban al “segundo informe”.
Lugares vacíos donde lo único que ocupaban esas sillas eran revistas “Contenido” con la portada de Fidel Herrera en una entrevista que le habrán hecho hace unos seis meses.
Una acústica malísima que impedía entender lo que el gobernador decía como tampoco se pudo entender un grito que alertó a un elemento de Seguridad vestido de gris y azul, que a través de radio y “chícharo”, pedía a sus compañeros que acudieran al punto de expresión.
Y volvió a oírse ese grito que hizo que la mayoría de los presentes buscaran su origen. Unos diez o quince manifestantes de Las Trancas pedían respuesta a la invasión de sus lotes mientras Ariel Patricio Anell, el director de Política Regional, no creía que esa “bomba” se le hubiera colado. Guardias del MIX, empleados de la Subsecretaría, de Comunicación Social y reporteros, se arremolinaron alrededor de los manifestantes que con mantas y gritos, clamaban justicia pues sus terrenos eran invadidos por un tal José Luis Acuña, Rafael Lagunes, Juventino Varela, Isaí Melgarejo y otros más, que, según los declarantes, eran protegidos por el secretario de Gobierno.
Incluso, dicen, “Isaí Melgarejo puso una pistola en la cabeza de un adolescente, lo metieron en la cárcel… pero ya anda libre”.
Y el discurso de Fidel, con mala acústica, perdió los reflectores de la mayoría de la prensa… ¿Qué dijo? No se supo. Eso sí, le vino a dar sabor la manifestación que se coló al “segundo informe”.
Sí, fueron dos informes, tan similares en sus números, en sus discursos y en su frialdad que no hicieron más que recordar ese viejo adagio galo pronunciado por el ministro Sillery, al deceso de Enrique IV cuando la reina le dijo: “¡El rey ha muerto!” y éste le contestara: “No, mi señora, ¡el Rey nunca muere!”, pues a quien se buscaba para saludar, para llamar su atención, para decirle con una mirada “aquí estoy, mírame”, era nada más a uno… a Javier Duarte de Ochoa, listo, más que listo, para iniciar una nueva era al frente de la administración estatal.

e-mail: dor00@hotmail.com
twitter: @cainito

No hay comentarios: