miércoles, 24 de noviembre de 2010

Enfermedades de la pobreza

Luis Alberto Romero

El brote epidémico que se registra en el municipio de Filomeno Mata es fiel reflejo de las precarias y en muchas ocasiones, insalubres condiciones en que viven los habitantes de los municipios más marginados de Veracruz.
Desde hace más de un año, la prensa de la zona norte, Diario de Poza Rica en lo particular, había alertado sobre los frecuentes casos que se registran en el Totonacapan de enfermedades que son identificadas con la pobreza extrema.
El problema más reciente se registra por la aparición de cinco casos confirmados de hepatitis “A” y una veintena de personas que presentan los síntomas propios de la enfermedad.
Otra vez Filomeno Mata vuelve a ser golpeado por una epidemia que ataca principalmente a los niños; hace más de una década hubo mortandad por cólera; hace tres años por rotavirus, y en esta ocasión se desató la hepatitis.
Entre las muchos comentarios que surgen cada vez que existe una epidemia, se culpa principalmente a los “hábitos de poca higiene” entre los habitantes de este municipio, sin embargo, ni estar en el programa de cien municipios más pobres del país del Gobierno Federal, logró que se implementaran brigadas permanentes de salud, para modificar esos “hábitos”, que en realidad esconden la indiferencia de las autoridades por resolver el problema de la escasez de agua.
El alcalde del lugar, un sujeto llamado Luis Ramos, dice que “la gente no se conduce con higiene”, pero no se ocupó en los tres años de su administración por resolver la falta de drenaje, ni por pagar la energía eléctrica, causa por la que hace más de tres meses no hay agua en Filomeno Mata.
Para ubicarnos en el contexto social y geográfico, Filomeno Mata es un municipio considerado de muy alta marginalidad; está enclavado en la sierra totonaca y limita con Coahuitlán, Mecatlán y con el estado de Puebla. Más de 80 por ciento de su población es indígena y sólo cuenta con dos unidades médicas, ambas, muy básicas. En Filomeno Mata, sólo la mitad de la población tiene agua entubada; tres de cada cuatro casas no cuentan con drenaje y el servicio de recolección de basura sólo beneficia a cinco por ciento de las familias. Por si fuera poco, el sacrificio de animales para fines alimenticios se lleva a efecto sobre la tierra, porque no hay rastros ni centros de matanza con las más elementales normas de higiene.
El cuadro de ese pueblo se complica, porque una gran parte de la población habita en condiciones de hacinamiento y literalmente convive con los desechos humanos que corren a cielo abierto; 75 por ciento de la población no tiene drenaje y el agua de los pozos está sumamente contaminada por esos desechos.
Así viven en la zona de Filomeno Mata, donde la Jurisdicción Sanitaria número tres, con sede en Poza Rica, detectó el brote epidémico y brinda atención a 20 enfermos.
Este municipio es, en síntesis, un claro ejemplo de las condiciones que se registran no sólo en el Totonacapan, sino en la mayoría de los municipios que se ubican en las sierras veracruzanas.
Por eso llama la atención el dato emitido este martes por el Fondo Nacional de Habitaciones Populares, en el sentido de que Veracruz ocupa el segundo lugar, después de Oaxaca, en cuanto al mayor número de municipios en condiciones de pobreza extrema.
Lamentable, porque si por un lado contamos con ciudades donde el nivel de vida es muy superior a la media nacional, como el puerto de Veracruz o la ciudad de Xalapa, también tenemos pequeños poblados que no cuentan con servicios básicos, y donde el nivel de vida de la población se compara con el que se registra en los asentamientos más pobres del orbe.
Esa desigualdad social que se refleja en la falta de oportunidades para la población y en condiciones de pobreza extrema es, sin duda, un tema pendiente en la agenda de Veracruz.
Desafortunadamente, de acuerdo con información que maneja el Coneval, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Veracruz es una de las entidades con mayor índice de pobreza alimentaria; aquí, un millón 990 mil personas enfrentan esta condición y ello significa que sus ingresos no son suficientes siquiera para cubrir sus necesidades más básicas. De hecho, 15 por ciento de la población nacional en condiciones de extrema pobreza radica en Veracruz.
Son datos vergonzosos para los veracruzanos, porque nuestro estado es el cuarto con mayores problemas de pobreza; aquí, 37 municipios son considerados como de muy alto grado de marginación; y 94 presentan índices de alta marginación.
Filomeno Mata es sólo un ejemplo de las condiciones que prevalecen en las sierras veracruzanas; es también un ejemplo de los retos que enfrentará el próximo gobierno del estado en materia de combate a la pobreza.

luisromero85@hotmail.com

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