David y la otra Xalapa

Luis Alberto Romero

El alcalde David Velasco Chedraui rindió ya su tercer y último informe como alcalde de este municipio, el más importante del estado en términos políticos (por ser la capital y, por consiguiente, sede de los poderes) y el segundo más poblado.
Ante sus invitados, el presidente municipal se refirió a las más de dos mil obras de su administración y a los mil millones de pesos ejercidos en obra pública, cifras que envidiaría prácticamente cualquier alcalde veracruzano, sobre todo en un año que se caracterizó por los recortes presupuestales y por la falta de recursos para los municipios.
Logros importantes los que anuncia Velasco Chedraui, sobre todo cuando se refiere a las obras de infraestructura urbana e hidráulica; de hecho, habla de una inversión histórica para esta ciudad: tres mil millones de pesos se ejercieron en el trienio, con lo que –dice– inició la transformación de Xalapa en una ciudad más moderna y dinámica. De igual manera, el alcalde enfatizó los resultados en materia de ampliación de la red de agua potable, gracias a los cuales, más xalapeños abandonan las condiciones de rezago y marginación.
Sobresaliente también lo que informó con relación al desarrollo económico, porque en ese rubro se lograron abrir casi mil 200 nuevas empresas, generándose más de 21 mil empleos directos e indirectos, además de una derrama económica de unos 150 millones de pesos. Habló también de una inversión de 30 millones de pesos que se destinaron al fomento a la microempresa en esta capital; son, en total, 11 mil 600 microcréditos.
Por lo demás, dio la impresión de que para David Velasco Chedraui, Xalapa renació en el 2008, cuando asumió la presidencia municipal… y no es así, porque pensar de esa manera es subestimar el trabajo de alcaldes como Manuel Fernández Ávila, Carlos Rodríguez Velasco, Rubén Pabello Rojas, Guillermo Zúñiga Martínez, Ignacio González Rebolledo, Reynaldo Escobar Pérez y Ricardo Ahued Bardahuil. En el mejor de los casos, el trienio de David Velasco fue la continuidad de los anteriores, con la ventaja de que los recursos que manejó fueron mucho mayores y el apoyo del gobierno del estado, igualmente superior.
Por otro lado, colonias como Plan de Ayala, Nueve de Enero, Dolores Hidalgo, Segunda Sección de Independencia, Francisco Hernández, Diamante, Luis Donaldo Colosio, 21 de Marzo, Ampliación la Haciendita, Antorcha Campesina, Lomas de Casablanca, Chiltoyac, Fredepo, Moctezuma y Loma Bonita, entre otras, desmienten las cifras alegres del alcalde, porque estos asentamientos carecen de servicios y su población se encuentra nadando en un mar de marginación, rezago y pobreza.
Es la otra Xalapa… asentamientos irregulares, muchos de ellos en zonas de riesgo, donde la certeza jurídica en el patrimonio sigue siendo una aspiración, donde la inseguridad se percibe de inmediato porque ni siquiera entra la policía, donde la ignorancia hace presa a las personas de seudo líderes que se dedican a la supuesta “lucha social”.
En la Reserva Territorial, por ejemplo, las condiciones de vida de los habitantes resultan más que indignantes, insultantes: viven en casas de campaña, de cartón o de plástico… ellos son los olvidados, los que no están incluidos en el informe del alcalde ni en las estadísticas oficiales; son los que piden a gritos atención y apoyo, porque antes que pensar en monumentos y obras suntuosas, es necesario que las autoridades pongan sus ojos en los cinturones de miseria.

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