viernes, 10 de diciembre de 2010

¡Haga su propia columna!

Salvador Muñoz
Los Políticos

En aquella ocasión, un estudiante de Ciencias de la Comunicación de conocida universidad de Xalapa, me preguntó cómo hacer una columna…
Me sentí como Vicente Fox… ¿Y yo por qué?
No entendía el motivo que lo orillaba a preguntarme a mí eso, más cuando nunca he pisado esas áreas.
La razón era muy simple: de la pléyade de columnistas que hay en Veracruz, nada más a mí me conocía personalmente.
Traté de responderle de la mejor forma que se me ocurrió y fui franco: “No sé”.
Me dio las gracias y no volvimos a tocar el tema.
Hoy, tengo remordimiento y como una forma de pagar culpas, no sólo con ese joven sino con los demás que un día por azares del destino, tengan la mala idea de acercarse a su servidor a preguntar, hice un manual de “cómo hacer una columna” abrevando de la cotidiana lectura que uno se encuentra en diarios, portales y revistas…
Elaborar una columna, he observado, conlleva a una ciencia tan exacta como la misma alquimia.
El primer punto es sencillo:
a) Elija al sujeto de su tema.
Una vez puesto en la mira
b) Elija si va a hablar bien o mal de él…
Bien, vamos bien… el siguiente punto es:
c) Si va a hablar bien de él, utilice los siguientes adjetivos:
Eficiente, leal, profesional, honesto, honorable, acucioso, respetable, distinguido, inteligente… (se omite la palabra “fiel” por haber caído en desuso político).
Éstos los puede usar incluso como pronombre, o acompañando al sujeto. Los puede utilizar todos en un párrafo o distribuirlos en varios.
Entonces, aplique los dos siguientes puntos:
1) Agregue a ello, un boletín informativo que comente la actividad que realizó el sujeto de marras… ojo, si es marro, olvídelo… ni un “chayote” sacará de provecho.
2) A continuación, remate su texto con el nombre del gobernador, diciendo que le sirve a cabalidad y que el ejecutivo puede confiar plenamente en él.
Ejemplo: “El secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, político distinguido, honorable y profesional, dijo que en el momento en que los militantes del PAN lo pidan, se habrá de reunir con ellos, todo en aras de cumplir con la encomienda que el gobernador Javier Duarte de Ochoa giró: ser un gobierno para todos. El ejecutivo estatal puede confiar plenamente en Buganza”.
Si ha llegado a este punto, ha llegado a la categoría de “chocholazo”, lo cual es dignificante y por lo tanto, gratificante.
d) Si va a hablar mal del sujeto, utilice los siguientes adjetivos:
Corrupto (es mi favorito), desleal, mentiroso, nefasto (de los clásicos), déspota (no debe faltar), tramposo y los que se le ocurran. Por supuesto: “Infiel” está en desuso político, ni la incluya, y si por error la pusiera, su texto se vería desfasado, anquilosado, fuera de moda.
No lo aconsejo, pero puede utilizar la palabra “puto”, “gay”, “homosexual”, “lesbiana”… Entre algunos columnistas es más grave la preferencia sexual y le pueden perdonar “rata”, “ladrón” o “cleptómano”…
También puede agregar “drogadicto” o “borracho”… tampoco se perdonan.
Aplique el punto uno pero en forma negativa así como el punto dos.
Ejemplo: “El nefasto secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, político convenenciero (apenas se me ocurrió), desleal y déspota, dijo, altanero, que en el momento en que los militantes del PAN lo pidan, se habrá de reunir con ellos, pero con esos moditos de ‘mírame y no me toques’, cómo va a cumplir la encomienda que el gobernador Javier Duarte de Ochoa giró: ser un gobierno para todos. El ejecutivo estatal no puede confiar plenamente en Buganza”.
No es difícil, verdad.
Si llegó a este punto, puede entrar a la categoría de “columnista madreador” y aquí, si bien no es dignificante, poco importe, el asunto es que igual que en la categoría “chocholazo”, será gratificante.
Por supuesto, puede ir variando las categorías. Chochol, madrazo, Chochol, madrazo…
e) En caso de aplicar la categoría “madreador” y le llamaran para enderezar la columna, es necesario aplicar “la sobada”. A todo “madrazo” corresponde una “sobada”… así de simple, ¿no?
La sobada es más simple. Usted hablará del sujeto anteriormente zarandeado y aceptará que estaba equivocado sobre sus observaciones. Remate sus dichos con “es de sabios reconocer” y así, hasta se auto-chocholeará y exhibirá ante sus lectores humildad.
Ya para último detalle dos cosas muy importantes para una buena columna de opinión: Habrá que ponerle nombre… ¡y precio!
Pero eso, totalmente, dependerá de usted.
¡Servidos!

e-mail: dor00@hotmail.com
Twitter: @cainito

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