Indefensión

Rodrigo Vidal
Zona de Tolerancia

Desde octubre pasado la Comisión Nacional de Derechos Humanos publicó la Guía para implementar medidas cautelares en beneficio de defensores de los Derechos Humanos, luego de que la ONU advirtió de los riesgos que viven los activistas en el país.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones para los Derechos Humanos en México (OACNUDH) documentó, durante el periodo de enero de 2006 al 31 de agosto de 2009, 128 de eventos de “agresión y obstaculización” a los defensores de derechos humanos.
La Representante Especial de Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de los derechos humanos asevera que la “protección de quienes defienden los derechos humanos tiene un efecto multiplicador para la promoción y protección de los derechos humanos en general”. A la inversa, cuando los defensores son objeto de ataques, la garantía del respeto de estos derechos se ve menoscabada, algo recurrente en México.
Como toda ley, reglamento, norma o texto regulador que en el país se publica, aún teniendo carácter de obligatorio, inviolable, universal e inobjetable, no se cumple, ya se podrán imaginar el destino que tienen guías como la de la CNDH, cuya intensión no se cuestiona, pero no deja de ser una carta de buenas intensiones que si se incumple, no pasa nada.
Apenas el sábado pasado fue detenido y torturado José Ricardo Maldonado Arroyo, director de la Red de Personas Afectadas por VIH (Repavih). Los responsables fueron presuntos agentes de la Procuraduría General de Justicia del estado de Yucatán.
En la entrevista que Ricardo Maldonado ofreció para la agencia de noticias Notiese, relata que “estaba en una reunión de amigos en la colonia Miguel Alemán, en la ciudad de Mérida, cuando cinco desconocidos, sin orden judicial e identificaciones oficiales, lo tiraron, esposaron, golpearon y subieron a punta de pistola al interior de un auto Mazda negro con placas YWG3040”.
Fue privado de su libertad durante cerca de cinco horas, tiempo en el cual los agresores le preguntaron de forma reiterada qué sabía de un sujeto apodado El Negro, un trabajador sexual presuntamente vinculado con el secuestro de una joven. Cada vez que José Ricardo negaba conocer a esta persona, recibía golpes en el rostro, la espalda y el estómago.
Uno de los victimarios dijo llamarse Israel Pech y portaba una chamarra negra con el logotipo de la PGJ de Yucatán. Este hombre refirió que “una bola de mayates” le había informado que Maldonado Arroyo era “cliente regular” de El Negro. Pero el activista le aclaró que el fin de su organización civil es promover los derechos humanos de las personas seropositivas e implementar proyectos de prevención del VIH e infecciones de transmisión sexual (ITS) en la población.
Ricardo fue interrogado en cuatro vehículos distintos sobre sus prácticas sexuales, ingresos económicos y conformación familiar y, finalmente, los presuntos elementos de la PGJ-Yucatán decidieron liberarlo. Lo dejaron a las 3:00 horas del domingo 5 de diciembre en la esquina de su casa, no sin antes amenazarlo para evitar que denunciara.
Pero la amenaza no lo detuvo, y ese mismo día acudió a la Agencia Octava del Ministerio Público, donde se iniciaron las averiguaciones previas 1824/7A/2010 y 1824/8A/2010. A la fecha, las autoridades no le han dado “copia simple” del expediente. Además ya fue contactado por la oficina de Amnistía Internacional en Londres, Inglaterra.
Un “defensor o defensora de derechos humanos” es aquella persona que lleva a cabo cualquier labor o acción tendente al reconocimiento de los derechos humanos en su conjunto o algunos de éstos, en específico, ya sean los derechos civiles, políticos, sociales, económicos o culturales, describe la Guía de la CNDH.
Es evidente que la omisión del Estado mexicano respecto de su obligación de garantizar la seguridad pública y humana, así como de efectuar una investigación efectiva y completa de los ataques en perjuicio de defensores genera impunidad y, con ello, la repetición crónica de las agresiones.
Por fortuna la sociedad organizada está cada vez más alerta ante los casos de agresión a defensores de derechos humanos y eso permite que, casos como el de Ricardo Maldonado, se ventilen a la opinión pública y permita hasta la intervención de organismos internacionales ante la opacidad del Estado.
Este viernes se conmemora el Día de los Derechos Humanos, área en la que México sigue reprobado.

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