miércoles, 15 de diciembre de 2010

Quiebra de municipios veracruzanos

* Alcaldes que se sienten semidioses


Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales

Existe una verdad indiscutible en este momento para la mayoría de los municipios del estado de Veracruz: están en quiebra financiera.
Muchos alcaldes en funciones se sintieron dueños de las arcas municipales y creyeron además que estas eran fuente permanente de recursos para que los usaran a su antojo.
Más que místicos, se sintieron semidioses.
¿La causa?.
Las hipótesis son muchas, pero las más socorridas son las que arguyen el retraso en la llegada de las participaciones federales a los municipios, aderezadas con la aseveración de que las mismas fueron retenidas por el gobierno del estado o que no se liberaban desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Lo que si es evidente es que los presidentes municipales poco hacen por aprender a ejercer una administración pública eficiente, amparados en que llegan al poder por una elección y creyendo con esto que son inamovibles.
Una muestra de la poca preocupación que tienen los presidentes municipales por prepararse para realizar un buen trabajo, es la asistencia de los mismos a los cursos de capacitación que impartieron por separado el Instituto Veracruzano de Desarrollo Municipal (Invedem) y la Universidad Veracruzana. A los eventos del Invedem llegaron cerca de 100, pero a los cursos de la Universidad Veracruzana, ninguno.
Y vaya que a algunos de estos les falta capacitación.
Para muestra lo declarado por la directora del Invedem, Marilda Rodríguez Aguirre (quien no es mi pariente, aunque tengamos los mismos apellidos, pero a la inversa), en el sentido de que existen alcaldes electos que no saben leer ni escribir, principalmente los de la Sierra de Zongolica, a los cuales incluso habrá que apoyarlos para que aprendan a leer, para que sepan lo que firman.
Pero en cambio la Ley Orgánica del Municipio Libre, apunta que debe haber por lo menos cuatro funcionarios de primer nivel con preparación universitaria, adecuada -además- a la labor que van a desempeñar: el tesorero, el contralor, el secretario del ayuntamiento y el director de obras públicas.
Vaya, los alcaldes ni siquiera se preocupan por cuestiones prácticas que desde un principio les pueden representar beneficios, como ocurre con los panistas, que poco caso hacen de la coordinación de alcaldes que impulsa este partido y que encabeza el presidente municipal electo de Tierra Blanca, Tito Delfín Cano, a quien nombraron coordinador de los presidentes municipales emanados del PAN para el periodo 2011-2013.
La propuesta que le presentaron a los alcaldes panistas incluye una oficina de gestión municipal ubicada en Xalapa, pero con personal capacitado para realizar diversas acciones que requieren los ayuntamientos. La ven más con los ojos de la maldad del apoyo a un grupo político, o de la falta de visión como para considerarla un gasto.
Los que serán los presidentes municipales de los 212 ayuntamientos de Veracruz (210 ya electos, porque están pendientes los que corresponden a Coxquihui y José Azueta, donde fueron anuladas las elecciones de este 2010), no aprenden en cabeza ajena.
Por lo pronto están las solicitudes que tiene el Congreso del Estado, de permisos para adquirir créditos, por parte de 40 ayuntamientos, tan solo para cubrir sueldos y aguinaldos de los trabajadores y así evitar actos de ingobernabilidad
El último caso de un ayuntamiento en conflicto fue el de Minatitlán, donde el palacio municipal fue tomado por trabajadores y hasta regidores que exigen el pago de sus salarios, los que fueron suspendidos por la alcaldesa Guadalupe Porras David, mientras que transportistas bloquearon las calles aledañas al edificio reclamando pagos atrasados.
La situación llegó incluso a que unos empleados tomasen tres camiones llenos de basura y fuesen a votar esta frente a la casa de la presidenta municipal
Lo acontecido en Minatitlán alcanzó tal peso, que incluso el diputado local por ese lugar, Flavino Ríos Alvarado, con todo y su institucionalidad acendrada, se pronunció porque se revise la situación financiera en esa administración municipal, y para no verse tan posicionado, extendió la observación a todos los municipios, para conocer el porqué de los múltiples problemas que sufren.
Sin embargo, para el caso específico de Minatitlán, reconoció que la popularidad de la alcaldesa Guadalupe Porras David está bastante lastimada.
Pero también, y tomando este caso, mencionó que el Congreso del Estado debe responsabilizarse de la fiscalización de los recursos públicos en los municipios, poniendo a trabajar con eficacia instancias como la Comisión de Vigilancia y la Secretaría de Fiscalización, la cual tiene atribuciones para hacer revisiones incluso cada mes.
Otro caso reciente, y denotativo de la crisis y quiebra financiera en la que terminan muchos municipios es el de Poza Rica, donde el alcalde suplente Marco Aurelio Alarcón Trueba, afirmó que dejan obras inconclusas y pagos a proveedores pendientes porque recibieron 3 millones de pesos menos de participaciones federales en este diciembre.
Solo que los pendientes para ese ayuntamiento se calculan en más de 20 millones de pesos.
Alarcón Trueba quiso con esto asumir toda la responsabilidad, librando al presidente municipal original de la misma, el actual secretario de Salud, Pablo Anaya Rivera.
Por lo pronto entre los pagos pendientes está lo que corresponde a la empresa recolectora de basura Promotora Ambiental de la Laguna (de la cual se mencionó desde un principio que se le dio el contrato en situaciones que hacían sospechar favoritismo), mientras que entre las obras pendientes se encuentran la pavimentación de varias calles, y la ampliación del boulevard Adolfo Ruiz Cortines (cuyos trabajos se anunciaron desde septiembre de 2008 y en ese entonces se dijo que implicaban 54 millones de pesos), así como el muro de contención que evite las inundaciones de Poza Rica.
Oro caso, pero este justificando el porque no dejará recursos en caja, es el del alcalde de Coatepec, Sergio Ramírez Cabañas, quien en una entrevista radiofónica dijo que ejercerá todo el recurso que llegó con las última participaciones federales, porque cuando recibió el ayuntamiento, su antecesor le dejo la tesorería en iguales circunstancias.
O la situación del ayuntamiento de Xalapa, donde dejaron de ejercer recursos federales -de plano- del Subsidio para la Seguridad Pública Municipal, argumentando que estos se les habían entregado hasta diciembre, cuando ya no podían aplicarlos.
Con esto incluso propiciaron que un bono especial que se entregó en años anteriores a los policías municipales quedase en suspenso.
Todo esto lo que hace es mostrar que a los alcaldes, si les falta preparación.
Además de sensibilidad.
Y hasta un jalón de orejas a tiempo, para que sientan que son los nuevos altos místicos de sus municipios, pero también que deben hacerse cargo de las necesidades de los terrenales que habitan en esos lugares, en cuanto a obras y servicios.
Vaya pues, deben entender que les toca administrar, no alzarse con la canasta, porque no es de su propiedad.

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