viernes, 14 de enero de 2011

Se casa la nutria

Liz Mariana Bravo Flores
Andanzas de una Nutria

“Debes amar la arcilla que va en tus manos, debes amar su arena hasta la locura, y si no, no la emprendas que será en vano, sólo el amor alumbra lo que perdura, sólo el amor convierte en milagro el barro, sólo el amor alumbra lo que perdura, sólo el amor convierte en milagro el barro”.
Silvio Rodríguez.


Después de unas largas, merecidas, obligadas y no anunciadas vacaciones, después de extrañarles, de tener en piel y corazón esa necesidad de escribir, de contarles, tras el cierre de año, la Navidad, el Año Nuevo, los regalos, Santa Claus, los Reyes, las visitas, compras, reflexiones y un cúmulo de actividades propias de la temporada, regreso a mis columnas semanales, con unos kilos de más, producto de la rosca, los tamalitos, el bacalao, postres, pierna, entre otras delicias, así como de la inactividad física a la que me entregué en días pasados.
Regreso con toda la energía, la buena vibra y emoción propia de una nutria, con toda la pila y alegría que requiere comenzar el año, intentar alcanzar metas, propósitos y pequeños detalles que nos llevan a la felicidad y bienestar emocional, físico, mental, espiritual.
Vuelvo a escribir aún con la necesidad de aquella pesca de fin de año de la que les comenté en columnas anteriores y que, ya sea por trabajo, por el mal tiempo, visitas, viajes, o compromisos familiares, nunca fue posible realizar. Escribo con la esperanza de prontitud y disfrute en nuestra primer aventura con una caña en el mar, y con un cúmulo de enseñanzas que me ha dejado el 2010.
En ésta, mi primera columna del año, te agradezco el tiempo que dedicas a la lectura de la misma, pero, sobre todo, tu identificación con mis historias, ya sea la del pulpo, la de los huracanes, con el relato del día del padre, del cómo me inicié en la pesca, de la lucha hombre–pez; gracias por haberte sumado a la colecta para nuestros amigos pescadores y por echarle porras al Club de Caza y Pesca “El Baloncito de Xalapa”, por los comentarios y enriquecer mis líneas.
En este primer encuentro del 2011 te prometo llevarte por aventuras increíbles, ya sea solos o en compañía, y de la mano de mis amigos, familia, compañeros de pesca y de vida.
Además de las historias extremas, tranquilas, de las hazañas matutinas o nocturnas en cualquier manto acuífero de la entidad, este año estoy a punto de emprender la mayor de mis andanzas; para algunos quizá la más buscada, temida, peligrosa, añorada, deseada; para mi, la más sorprendente, inesperada, alegre, comprometida, entregada y larga de mi vida.
Tras años de conocerle, de amistad, de compartir la vida, de confianza, víctimas de un momento de magia y salpicados de una pizca de polvo de hadas, nos enamoramos y hemos decidido enlazar nuestras vidas, compartirlas, disfrutarlas y llevarlas a buen puerto.
Mi amigo de años atrás, que en su vida ha agarrado una caña de pescar, que un sinfín de ocasiones escuchó mis historias y rió conmigo, que en próximos meses será mi esposo, fue presentado y bien recibido por mis amigos de pesca, por mis cómplices, mis compañeros de parranda, de fiesta, de lágrimas. Se han propuesto enseñarlo a pescar, llevarlo a la piedra “de sacrificios” en una playa veracruzana y hacerlo, de manera oficial, integrante de nuestro club.
¿Qué mayor alegría puede haber que esa? ¿Qué mayor andanza y aventura que la de compartir tu vida para siempre al lado de una persona? Y ¿qué mayor sonrisa que la de ver el recibimiento de tu amor, de parte de tus amigos?
De manera tal que a partir de este año, mis andanzas serán distintas, acompañada siempre y con mucha mayor alegría de la que, usualmente, llevaban mis relatos.
Hasta la próxima semana y buena vida este 2011.

nutriamarina@gmail.com

No hay comentarios: