lunes, 7 de febrero de 2011

Contribuciones

Juan Antonio Nemi Dib
Historia de Cosas Pequeñas

En mi anterior entrega quise hacer una referencia del impacto que producen las actividades humanas en los ciclos biológicos del planeta; a lo mejor fallé en el intento porque quizá se me pasó la mano con la chunga. Me referí de manera prolija a la generación de excretas humanas y a las magnitudes de estos residuos que, inevitablemente, se incorporan a los ciclos naturales y acaban depositándose en algún lugar en tanto se desintegran. Bromas y prejuicios aparte, lo del excremento humano es un asunto muy serio.
En ecología se llama “capacidad de carga” al nivel de población que puede soportar determinado hábitat sin sufrir un impacto que produzca muchas consecuencias negativas. Es obvio que mientras más personas poblemos la Tierra, más recursos consumiremos (agua, oxígeno, alimentos, espacio vital, energía) y más deshechos y contaminantes generaremos. Hay quien afirma que la capacidad del planeta para soportar todo esto tiene un límite, que si lo rebasamos pondremos en peligro a la vida misma y que estamos justo en la frontera de ese caos posible.
Pero la lectura de mi artículo provocó las más disímbolas reacciones de los generosos y tolerantes lectores, algunas de las cuales considero prudente reproducir aquí, aunque por supuesto me reservo la identidad de sus autores:
“En Túxpam todo el drenaje descarga en el Río, lo creas o no”.

“Lo peor de todo son las heces que algunos llevamos dentro de la cabeza; esa contaminación sí que es destructiva; sin ellas, el mundo sería diferente”.

“En España hay mucho más que la sola frase de hacer del vientre que, déjame decirte, en México se usaba y se extendía hasta el “hacer del cuerpo”. “‘Cagarse en algo’” significa finalmente un último acto justiciero que reivindica humanidad, algo como sería la aparición de la novela en un mundo donde lo único que existía era la [...] religión. Cagar es el momento final de la lucha contra el ser contingente [...], la lucha contra el demonio del que hablaba Sweig, el sentimiento trágico de Unamuno.”

“Por muy valiente que te hagas o por muy macho que seas, al llegar aquí te cagas o de perdida te meas.”

Erróneamente atribuí a Andy Wharhol la idea de enlatar caca. Me hicieron la precisión pertinente y ya lo verifiqué: quien llevó a cabo semejante empresa fue Piero Manzoni, para protestar por la banalización del mercado artístico. ¡Gracias por la aclaración!

“No hay solución. Si se retuvieran las flatulencias [y las heces] moriríamos reventados y el daño ambiental sería aún peor”.

“Es evidente que la inspiración para tu artículo te llegó en el cuarto de los deshechos. Espero que tu próxima colaboración la redactes en el jardín familiar”. Nota a mi querido amigo: dos razones me impidieron satisfacerte: había que darle continuidad al tema, incluso citándote y, salvo dos macetas, lamentablemente no tenemos jardín.

“El mundo está inmerso en toda clase de secreciones”.

“... me imagino cubierta de caca. ¡Qué horror!”

“Recién había cenado cuando me chuté tu artículo” [Sobre las heces, por supuesto].

“Obliga a pensar en adonde va a parar tanta mierda: ¿queda en tierra firme y se integra a la superficie como abono orgánico?, ¿o simplemente se va al mar en donde cumple alguna función en la cadena alimenticia y aporta al substrato del fondo?”

“En materia política [la caca] también tiene sus lecturas implícitas, pero ése es otro rollo.”

“En mi pueblo hay un biólogo alemán que a base de excretas, humanas o bestiales, puede construir una planta de energía, pero a las voluntades que nos gobiernan no sólo no se les ocurre hacer de las heces una ganancia si no que juntan lo podrido con lo que nos da vida, las echan al agua.¡Auxilio!”

“Ya hay manera de transformar las defecaciones en biogás, en energía”.

“Mierdoso: dícese del que a la primera sensación de temor... se caga”.

“...Y, aunque no soy más experta en el tema que lo correspondiente a mi persona, sé que en otras latitudes se vende por latas y con eso producen energía... Si no me equivoco, energía eléctrica...”.

“Seguramente quedo por debajo del promedio mundial diario, pero en algo contribuyo de vez en vez”.

“...Una necesidad tan básica y los humanos hacemos un drama por ella”.

“Si a alguien le molesta... !que siga cagando a escondidas!”

“Caga el buey, caga la vaca y hasta la mujer mas guapa hace sus bolas de caca”.

“Estoy educando a mis nietos a que observen su caca, pues ella les indicará cómo está trabajando su aparato digestivo, es también una manera de aceptación de lo que comemos y somos, sin disfraz.”

“A tu lista le faltó el sustantivo más tierno: popó”.

antonionemi@gmail.com

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