La mortandad del futbol xalapeño

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Con la eliminación de los Coyotes de Xalapa, en la mal llamada categoría Nuevos Talentos, y la de los Búhos de Xalapa en la Tercera División, me doy cuenta que el futbol en la capital del estado se murió y nadie le ha avisado.
Entre directivos valemadristas y otros que quieren pero no tienen los elementos está envuelto el balompié de una ciudad que sueña con tener un equipo de futbol y en poseer un estadio “de primer mundo” en un supuestamente remozado Antonio Modesto Quirasco.
Eso es pura utopía. Por favor, no marchen.
De unos diez años a la fecha se ha gestado una lucha entre diferentes ligas y clubes de Xalapa por demostrar quién es el mejor, pero su mentalidad no se va más allá de querer sobresalir de lo que es la ciudad y hasta ahí.
En el lapso del 2003 al 2005 se dio la presencia de hasta tres equipos de Tercera División en, los Búhos, Linces del IVES y el Inter, que en algún momento anduvo por la Segunda División; esta terna de conjuntos tenían elementos de calidad en algunas zonas y en otras pues eran chavos cumplidores o que llenaban el hueco.
Sin embargo, pudieron ser complementarios para formar un solo trabuco que miedo hubiera dado en el circuito, a pesar de que los interistas llegaron a una final por el ascenso, que perdieron ante Manzanillo.
Tras esto, Linces se fue a la Segunda como Tiburones Blancos y vino su debacle hasta la desaparición, luego de que les retiraron el apoyo gubernamental y Rubén Fonseca empezó a manejar la franquicia.
El Inter también se fue y se quedó el camino para unos Búhos que han padecido para volver a lucir en la Tercera; mientras que los chavos que crecieron y pasaron de categoría dieron vaivenes por diferentes torneos llaneros de la ciudad, algunos estuvieron un tiempo en el profesionalismo, hasta desaparecer en el mapa.
Algunos más tomaron la oportunidad que Coyotes ofreció con espejitos mágicos, ya que por segundo torneo seguido quedaron fuera de la liguilla y con más penas que glorias, y no por los jugadores, que en su mayoría se la rifaron, pero las cuestiones administrativas siguen siendo el pan de cada día.
Deudas con el cuerpo técnico, futbolistas a los que no les cumplieron, y pugnas al interior, porque unos llegaron por uno de los impulsores del proyecto, Gerardo Gallegos, y no son de la gente del “dueño” de los capitalinos, Enrique Guevara.
Además, con bombo y platillo anunciaron que Hernán Orozco sería el presidente del club y en todos estos meses no hubo siquiera una declaración del dirigente, por ahí alguna de que estaba preparando ya el próximo torneo con todo lo que implicaba esto. O sea, aún no terminaba el Clausura 2011 y ya andaba mirando para el siguiente.
En el caso de los Búhos, la continuidad ya no es lo de ahora, siguen dándose indisciplinas y los fracasos a flor de piel. Me pregunto si Carlos Ferráez seguirá apoyando económicamente un proyecto así.
Si se hubiera trabajando en una sola unidad, tal vez otro gallo cantaría y Xalapa viviría otra realidad, no la triste que tiene en la actualidad, a pesar de ser la capital de Veracruz.
Pero acá aplicamos la de los cangrejos y los grillos, namás pa’ chingar, lo demás, es lo de menos, mientras los que promueven tengan el bolsillo lleno, qué más da.
Hasta la vista.

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