martes, 29 de marzo de 2011

PVD y proteger a la población

• Herramientas y acciones para el PVD


Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales

Al presentarse este miércoles el Plan Veracruzano de Desarrollo, uno de los puntos en los que más énfasis se espera es en el relativo a la Protección Civil, sobre todo ahora que ya se demostró que el estado es altamente vulnerable a los fenómenos hidrometereológicos, pero también a los fríos intensos, e incluso a las posibilidades de un accidente en la nucleoeléctrica de Laguna Verde.
Esto es, que los terrenales que vivimos en Veracruz, e incluso los místicos estamos sujetos a probables riesgos de múltiples tipos.
Pero por lo pronto existe una grave deficiencia en la realización de los llamados Atlas de Riesgos, porque, de acuerdo con las palabras de la misma Secretaria de Protección Civil, proferidas en febrero en Poza Rica, ningún municipio tiene su Atlas de Riesgos actualizado.
Y esto aún cuando la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) tiene un programa para impulsar la elaboración o actualización de estos documentos, absrviendo para los municipios pequeños hasta el 80 por ciento del costo de su elaboración.
La carencia en parte es responsabilidad de la funcionaria, porque nunca aviso a los presidentes municipales que existe este programa. Lo más grave, es que al parecer la funcionaria se enteró de su existencia apenas a mediados de febrero, precisamente cuando un presidente municipal pidió apoyo para poder accesar a esos recursos, luego de que un grupo de consultores particulares le ofreció sus servicios para realizar el mencionado Atlas de Riesgos.
Pero lo peor es que los documentos de la Sedesol mencionan marzo como fecha límite para registrar la intención de realizar los trabajos para la ejecución de estos Atlas de Riesgos.
La Sedesol plantea que “la información municipal de riesgos, peligros y/o vulnerabilidad es escasa y heterogénea, carente de criterios unificados que las hagan complementarias e interactivas. Es por esto que la Sedesol se ha enfocado en apoyar a la política de prevención de desastres y su vinculación con la regulación y ocupación del suelo, con el propósito de reducir al máximo la vulnerabilidad de la población ante los efectos destructivos de los fenómenos naturales”
Lo peor es que Nohemí Guzmán en lugar de buscar la realización de los documentos, amenaza a los presidentes municipales que los Atlas deben ser realizados por las empresas que se recomiendan en la Secretaría de Protección Civil del Estado, según referencia de uno de esos alcaldes.
El dicho adquirió fuerza cuando el 25 de marzo Noemí Guzmán, declaró que si los atlas de riesgos los realizan “empresas inexpertas” y amenazó que estos pueden no ser aceptados por la dependencia en la que está al frente, aún cuando la misma no aporta recursos para la ejecución de los documentos y los lineamientos a seguir son plenamente planteados por la Sedesol y sustentados en los trabajos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (o Cenapred).
Por lo pronto desde el 7 de enero, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) entregó la información referenciada de Veracruz, la cual debe tomarse en cuenta por el cambio de cauce de algunos ríos y el haber aparecido nuevos riesgos, como laderas y hundimientos de terreno.
Nohemí Guzmán mencionó que según el INEGI, en Veracruz 93 municipios de los 212 del estado, están en la clasificación de alta vulnerabilidad.
Después de esta mención dio la buena noticia: estos municipios pueden acceder a recursos del “Fondo Preventivo de asentamientos humanos”, hasta por 10 millones de pesos para obras preventivas frente a desastres y de protección a los habitantes de la zona, aportados a partes iguales por el Gobierno Federal y el Gobierno del Estado.
Lo malo es que para obtener esos recursos, es necesario el Atlas de Riesgos,
Lo bueno, es que ya comenzaron a capacitar a los representantes de los ayuntamientos de la forma en que pueden acceder a estos recursos.
Lo dudoso, que dice que la Secretaria ya tiene la tecnología para bajar la escala técnica que CENAPRED requerida los atlas de riesgo y peligros, cuando este organismo afirma que sus documentos y demás herramientas se pueden conseguir libremente.
Ahora estamos en temporada de estiaje y el sufrimiento es por las sequías que afectan al campo, pero falta mes y medio –aproximadamente- para que empiece la temporada de lluvias y entonces vendrán los apuros.
Pero si no es por una causa, puede ser por otra el riesgo, porque en Veracruz se puede tener una sequía, como la actual, con los consecuentes incendios, la llegada de huracanes, tormentas tropicales; tormentas eléctricas, y otros fenómenos de ese tipo, además de que en el estado están dos de los 15 volcanes que hay en el país.
Por si esto es poco están los peligros por la elaboración y manejo de productos del petróleo, químicos y hasta los ductos de PEMEX (que luego explotan causando estragos).
Además está la única planta nucleoeléctrica del país, Laguna Verde, cuya eficiencia y seguridad ha sido cuestionada múltiples veces y ante lo cual sólo se responde con declaraciones de prensa de que es segura.
Otro riesgo, son las aglomeraciones de humanos que se dan por las festividades del estado, comenzando por el Carnaval de Veracruz y los demás que se organizan en el estado, las ferias ganaderas, las ferias patronales y otros.

El Atlas de Riesgo es necesario, en definitiva.
Ojalá Protección Civil trabaje para que se tenga el documento en los 212 ayuntamientos, y que no sea un riesgo para su ejecución.
Los terrenales, y hasta los místicos requerimos seguridades.

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