miércoles, 20 de abril de 2011

Delincuencia y ascenso social

Trabajo y educación vs. Delincuencia



Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales

La necesidad de mantener un buen sistema de vigilancia en Veracruz se reiteró este martes en la madrugada, cuando se dio un enfrentamiento entre miembros de las fuerzas armadas y grupos delincuenciales.
La disposición del Gobernador Javier Duarte para atender este tipo de asuntos es interesante, porque refleja su interés por contrarrestar el alto grado de descomposición social que se vive, donde hechos como estos lo que hacen es mostrar la punta del iceberg que representa; abajo está la delincuencia ordinaria, los ladrones y demás, que acechan a la población común.
Volviendo a los hechos de la noche del lunes al amanecer del martes, la cantidad de personas fallecidas y detenidas, 10 muertos 10 apresados, nos muestra que la intención era el armar un gran grupo delincuencial.
¿Quiénes eran los muertos?, ¿quiénes son los heridos y detenidos?, ¿cómo se les detectó?.
Todas son preguntas que difícilmente tendrán respuesta, porque además ahora con el vértigo que tiene la violencia de los enfrentamientos armados y la falta de elementos del ministerio público y a veces hasta la carencia de ganas de investigar, propician que muchos de estos casos queden como un hecho más.
Existen versiones de que una de las razones por las que los grupos delincuenciales secuestran a los indocumentados es para obligarlos a formar parte de sus filas, bajo la amenaza de que de no hacerlo mataran a su familia o empezarán por matarlos a ellos.
Lo bueno, dentro de lo que se dio, es que los marinos que acometieron el ataque sí estaban entrenados para realizar acciones de este tipo.
Lo malo es que el operativo no fue producto de una acción de inteligencia, que permita realmente ir al fondo de las bandas delictivas para desmembrarlas.
De ser el caso de que los muertos y heridos sólo fueron levantados en leva, voluntaria u obligada, y que por lo tanto su capacidad de acción era limitada, lo más seguro es que quienes juntaron a este grupo reunirán otro.
Porque la delincuencia, más que el narcotráfico, se ha vuelto una atractiva fuente de actividades para muchos jóvenes, tanto sin preparación como egresados sobresalientes de diversas carreras universitarias, ante la falta de empleos, aunque al final los sueldos (si se le puede denominar de esta forma) se han reducido también, porque la mano de obra que se oferta para estas actividades es ahora muy amplia.
La delincuencia es también una forma de buscar ascenso social para muchos de los que entran; la expectativa es que su valor y arrojo los llevará a escalar puestos. Pero también se tiene que la fuerte competencia provoca que las posibilidades reales de ascender en la escala jerárquica delincuencial son bajas.
Que El Chapo Guzmán se mantenga en la lista de la revista Forbes, como uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo, aún cuando se dice que su grupo ha sido disminuido, es uno de los factores que alimenta el imaginario de muchos jóvenes y adultos de que la delincuencia es el camino para resolver los problemas económicos.
Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán como es mejor conocido, ya cumplió 10 años de haberse fugado del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, y su organización, el Cártel del Pacífico, tiene relaciones de negocios ilícitos relacionados con las drogas, con grupos de Colombia, Honduras, Panamá, Venezuela, Japón, Francia, Italia, España y Alemania.
Pero incluso la cultura visual televisiva y cinematográfica ha contribuido a esto; muchas son las series y películas donde se ve a los delincuentes disfrutando de cómodas formas de vida.
Una serie televisiva que impulsa el imaginario de que la venta de drogas es el camino rápido para un alto enriquecimiento es Breaking Bad, en donde el personaje principal, Walter Whitman decide dedicarse a fabricar metanfetaminas cuando llega a los 50 años pobre, con un sueldo de profesor universitario, y sin dinero para pagar el costoso tratamiento para el cáncer que le acaban de descubrir.
Junta más, mucho más de lo que quería reunir para asegurar el futuro de su familia después de su muerte; los enemigos que quieren verlo muerto y su esposa que decide abandonarlo, son incidentes colaterales, porque lo que se pondera es –precisamente- el camino rápido de la delincuencia para obtener dinero.
Y los sicólogos sociales apuntan que ante la desesperanza de los individuos por carecer de medios para satisfacer las necesidades de su familia se recurre a la delincuencia, simulada o abierta.
Así pues, el problema de la inseguridad y el combate a la delincuencia pasan por los caminos de ofertar a los terrenales múltiples y adecuados empleos, así como ofrecer una educación de calidad para los niños y jóvenes.
El combate a la delincuencia pues, va más allá del simple darle armamento a las policías y a las fuerzas armadas.

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