martes, 19 de abril de 2011

El ejemplo de Manzur

Salvador Muñoz
Los Políticos

Falta un día para que tome un descanso en mi ajetreada vida sobre una computadora.
Sencillamente no quiero que nada atrofie mi asueto. Sí, abogo al derecho que tengo de “echar hueva”... no sé si esté inscrito en los cánones universales de los Derechos Humanos pero creo que me merezco un poco “echar hueva”.
Son tres días de receso que bien podría pasarla en lo que está considerado a ser el centro turístico por excelencia en el estado de Veracruz... Perdón y no se ofenda, pero no me refiero a Boca del Río porque sencillamente su alcalde poco está haciendo por atraer el turismo, ya sea nacional, extranjero o local. En un momento dado ese paraíso sería Tuxpan.
No sé si falle el mismo alcalde boqueño, la gente que lo rodea, o perdió el piso, el tacto, la sensibilidad que caracterizaba al tocayo Manzur pero en estos tres meses, sólo lo salva la presencia del gobernador que ha hecho de Boca del Río, centro de eventos de distintos niveles (deportivos, culturales, de inversión o políticos), salvo por un ligero detalle: La gente no dice “estoy en Boca del Río”, sino “estoy en el Puerto de Veracruz”. Baste referirnos a la pelea de box de mujeres celebrada el pasado sábado que en Televisa siempre ubicaron en el puerto jarocho.
A lo mejor mi tocayo Manzur erró en el camino al pensar en un absolutismo: “¡Soy el alcalde!” o peor aún: “¡Soy compadre del Gobernador!” y está dejando de lado su esencia de fina persona, educada, atenta y amable que en la secretaría de Finanzas siempre lo caracterizó... o sencillamente abogue al derecho universal que tiene toda persona: “La puedo cagar porque soy humano”.
Así que si voy a la zona conurbada, créame que opto por asentarme en el Puerto de Veracruz, donde la gente está involucrada con su ayuntamiento y participa en serio en la atención al turista. Ya si me descuido, el pequeño paraíso que significa Antón Lizardo sería el escenario perfecto para pasar una buena tarde entre langostinos, una cazuela de mariscos y una cerveza bien fría... En Boca del Río, me han de perdonar otra vez, si el ayuntamiento no se involucra ni con su gente, pues al tocayo Manzur le cuesta más involucrarse con el turismo que también es parte de su chamba.
Bueno, pero es parte “del derecho a regarla”... apenas lleva tres meses y el tocayo Manzur sabía que administrar un ayuntamiento de suma relevancia, no iba a ser fácil. Pero es joven, tiene ganas y lo más importante, ha de tener en claro un proyecto político que vaya más allá de tres años aunque eso sí, con trabajo político propio y no sustentado en ser “amigo del gobernador” o “compadre del gobernador”.
En fin...
Salvador Manzur está en su derecho de hacer un trabajo turístico como mejor lo considere, tenga una visión amplia o miope; cálida o de fiambre; sustentada o deprimente... si él considera que es lo mejor que puede hacer, “llevándosela de muertito” y dejando que todo lo demás lo haga el Gobernador, está en su derecho de “echar hueva”... yo al menos, a partir del jueves hasta el domingo, he de seguir en ese lapso su ejemplo... ¡voy por un día!

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