Desempleo en el Gobierno

• El PVD y la creación de empleos

Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales

Cuando el gobernador Javier Duarte de Ochoa dijo que buscará abatir la pobreza en Veracruz, una de sus estrategias para este fin es el mejorar el empleo.
Sin embargo, de entrada, en el gobierno del estado están realizando un despido masivo de personal, al cual incluso lo presionan reteniéndole el sueldo, en una acción ilegal, para obligarlos a que firmen su renuncia.
Son terrenales a punto de llegar al inframundo del desempleo, pues.
Y muchos de estos despedidos son personas que se considera no identificadas con la actual administración, aún cuando las mismas han actuado a favor de esta.
El 30 de marzo de 2011, el Gobernador al presentar su Plan Veracruzano de Desarrollo, asentó que “los veracruzanos queremos encontrar empleos, buenos empleos. Empleos estables”.
A esa hora a muchos empleados del Gobierno del Estado se les presionaba para que firmasen la renuncia, diciéndoles que de no hacerlo no les pagarían su sueldo correspondiente al fin de marzo.
Pero además la retención de sueldos es un acto ilegal, que se ampara como mínimo con el articulo 5 de la Ley Federal del Trabajo, el cual asienta “que no producirá efecto legal, ni impedirá el goce y el ejercicio de los derechos, sea escrita o verbal, la estipulación que establezca”.
Con respecto al salario se puede retomar lo que marcan los puntos:
X. La facultad del patrón de retener el salario por concepto de multa;
y
XIII. Renuncia por parte del trabajador de cualquiera de los derechos o prerrogativas consignados en las normas de trabajo.
La mención de las presiones a los trabajadores ha crecido tanto, que el último día de marzo el subsecretario de Planeación en el estado, Fernando Charleston Hernández, refirió que al menos 400 trabajadores de la Secretaría de Finanzas y Planeación se “acogieron” al Programa de Retiro Voluntario.
Aseguró que no hay presiones para que dejen sus plazas, que se les ofrecen incentivos, sus cuentas de cómo estaría su retiro voluntario y la gente sabe si lo acepta o no.
Este es contrario a lo vivido por los empleados que desde el día 30, sufrían por la decisión de firmar la renuncia o mantenerse firmes, ante la retención del salario.
La acción en mucho va a contraparte de lo que el Gobernador Javier Duarte dijo el 31 de enero durante una reunión que tuvo con la dirigente del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo del Estado de Veracruz (STSPEV) Juana Consuelo Méndez Vásquez.
En esa ocasión Javier Duarte dijo que el orden y la eficiencia administrativa “pasa por el respeto irrestricto a los derechos laborales de quienes nos ayudan a mover la maquinaria gubernamental”.
“Doña Juana Consuelo Méndez, tenga usted la certeza, la absoluta seguridad, que ni habrá despidos ni se violentarán las garantías de los trabajadores al servicio del Poder Ejecutivo, sino por el contrario, reforzaremos al gobierno desde adentro, desde sus empleados, apoyando todas las demandas de sus trabajadores”.
Lo peor: se difundió el rumor de que trabajadores que finalmente renunciaron, presionados por la falta de dinero, mencionaron que el pago se les dio incompleto, con el pretexto de que sus cheques no estaban, y otros acusaron que los documentos bursátiles les fueron regresados por los bancos porque eran apócrifos, falsos, pues.
En este manejo de los despidos, una historia fue referida, de una mujer que intentó suicidarse, pero fue detenida por su familia, desesperada porque ya no podría pagar la mensualidad de su vivienda, ni la manutención de su familia, porque su esposo, ubicado en el desempleo, esperaba que le cumplieran el ofrecimiento de darle trabajo en al actual administración, después de haber apoyado desde la campaña política para el actual proyecto gubernamental.
Dicen que la mujer corrió al marido, que el hombre sin dinero no tenía a donde ir y que en la desesperanza buscaba en que emplearse para poder tener ingresos.
Es una historia, pero el dicho dice que cuando el río suena agua lleva.
Es una historia de terrenales que muestra el viacrucis que muchos viven.