No a la clase política ciega y sorda

Vicente Luna Hernández


Los ciudadanos estamos cansados de ver a nuestra clase política hablar de la sucesión presidencial del próximo año como si la llegada de un nuevo inquilino a los Pinos fuera la solución a nuestros graves y dramáticos problemas, es una ofensa para los mexicanos de todos las edades escuchar a los representantes populares comportarse como verdaderos cínicos al hablar de su futuro inmediato, cuando son correponsables del grado de inseguridad que se pasea en nuestro país sin vislumbrar una salida a corto plazo.
¿Realmente creerá esta clase política que nos interesa a la mayoría de los ciudadanos sus diferencias, pleitos y dimes y diretes que se lanzan diariamente entre ellos? ¿En realidad se han robotizado al grado de no ver y escuchar los lamentos y gritos de dolor y desesperanza de los cientos de huérfanos, viudas, hermanos, amigos, padres y madres que han perdido un ser querido? ¿Sus capacidades políticas y doctorados obtenidos en universidades extranjeras no les dan para articular una verdadera política social en beneficio de todos?
Aunado a su ceguera y sordera digna de presumir internacionalmente como lo que no debe hacer una clase política que presuma de ser nacionalista y patriótica, hay que sumarles el grado de corrupción en que actúan al ejercer los recursos públicos nacionales, tal parece que desean – tal vez crean que sus descendientes directos e indirectos serán unos inútiles-, resolverles la vida a sus hijos, nietos e hijos de sus nietos, sin pensar en un momento, que de este grado de inseguridad por la falta de oportunidades y carencia de valores, pueden ser victimas sus mismos familiares, o ¿acaso piensan que la riqueza los hará inmunes de ser victimas directos o “colaterales” de estos fantasmas que se pasean sin recato alguno?
Decir que solo el ejecutivo federal es responsable de esta situación, es como decir que en el mal paso de un equipo de futbol el culpable único es el técnico, sin reparar en la falta de técnica de aquellos que fallan los goles, o de aquellos que no dan el máximo esfuerzo en cumplir las instrucciones recibidas, los ciudadanos estamos en total indefensión ante el poder de la clase política como de los grupos criminales, en tiempos pasados los señalamientos eran sobre aquellos corruptos e ineficaces, hoy siguen igual de corruptos, sin embargo, hoy también son cómplices y corresponsables del grado de inseguridad que vive nuestro país.
Tal parece que las riquezas que poseen los han convertido en seres que creen vivir en otro país, en hombres y mujeres que no se dan cuenta de lo que pasa todos los días en la mayoría del territorio nacional, en hombres y mujeres que presumen de sus logros de gobierno o de sus acuerdos logrados en el Congreso de la Unión, sin reparar que en el México de carne y hueso, el desempleo, la inseguridad, la falta de acceso a la educación superior, la capacitación laboral, el desinterés oficial al impulso al deporte, la exigencia de una verdadera rendición de cuentas, la pobre educación básica, la incredulidad ante los órganos electorales, la corrupción y la mediocre impartición de justicia, la indignación por ver a los malos ex gobernantes en otras responsabilidades en la administración publica y el deseo de poder sancionar a todo aquel titular del poder ejecutivo federal, estatal o municipal crece día a día entre la población, y que solo preocuparse en apostarle a la amnesia colectiva es un riesgo peligroso donde todos perdemos....
Para los ciegos y sordos que están en el ejercicio del poder político -independientemente el partido que los haya postulado-, me permito pedirles que tomen conciencia del momento critico-histórico que nos toco vivir, sean serios y responsables en el ejercicio de su función, superen y dejen a un lado de manera inmediata sus diferencias partidistas e incluso personales y no solo canalicen sus capacidades y talentos para la intriga, la mentira y el engaño, no solo presuman sus logros obtenidos en beneficio personal, si son buenos para amasar fortunas en poco tiempo, si son buenos para saltar de un cargo popular a otro de manera continua, si son buenos para pintar paraísos fantasmas, seguramente también serán buenos en contribuir un mejor México para todos… no mas ciegos y sordos.
P.D.- Con el ánimo que esta semana santa nos permita reflexionar en el México de hoy y poner nuestro grano de arena para ser mejores ciudadanos y llevemos a la practica las palabras de Jesucristo: “amaos los unos a los otros como yo los he amado”… escribiré otro día.
P.D.- Aviso que yo no saldré de vacaciones… seguiremos en contacto en estos días.

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