¡Oro, oro, oro!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Creo que estoy envejeciendo de manera vertiginosa.
Pudiera decir que es por ese dolor de cadera que de plano me sienta de golpe y me impide caminar y que este fin de semana me hizo más compañía que nada.
O pudiera decir que es el dolor en la rodilla, como si se me desgarrara músculo o tendón, que me impiden la flexión de la pierna y empecé a notar que el movimiento en la moto ya repercute en este punto de mi extremidad.
Pero mi reflexión a la vejez no es tanto por esos achaques que mi vieja madre envidiaría al no poder presumir entre sus conocidas. Ya sabe, cuando se encuentran los ancianos, pareciera una disputa para ver quién tiene más achaques... no.
Le voy a contar, pero prometa que no se va a reír.
II
No sé si mis hijos o los suyos se hayan percatado de la magia que significa el servicio de internet.
Haciendo memoria, la última gran hazaña del hombre la veo cuando pisa la luna. Después, el celular con todas sus nuevas variantes, desde el famoso “tabique” hasta cualquiera de nuestros días. Pero, sin duda, ninguna tan increíble, desde mi humilde punto de vista, como la internet.
Yo le llamo el gran oráculo. La mayoría de mis dudas se resuelven allí. Incluso, si hay una discusión en la mesa de redacción de cómo se escribe tal palabra, lo resolvemos con un “checa en Google”.
Mis sueños de niño era ver carros volar cuando tuviera la edad que tengo... ya no espero ver autos voladores; ahora, simplemente espero a que me maraville la tecnología, pero aún mejor: entenderla.
III
Hoy, la internet es herramienta básica ¡hasta en los políticos! twitter, facebook, blogs, portales son utilizados para estar presentes... no, perdón, omnipresentes. Hoy, vemos al presidente Felipe Calderón, Hugo Chávez, Vicente Fox, Javier Duarte, Javier Lozano y cantidad de políticos siendo parte activa de las famosas redes sociales al igual que deportistas y personajes de la farándula, así como simples mortales como usted y como yo. ¡Vaya! Nomás un simple ejemplo: Barack Obama anuncia su intención de reelección vía youtube.
Pero el asunto va más allá de la política: Divorcios, rompimientos de noviazgo, amistades y hasta secuestros y capturas se han dado por deslices en la internet. Es más, quien ha probado la internet podrá vivir sin su mujer, pero no sin este servicio. Bendita sea la persona que no ha caído en esta adicción.
IV
Vienen las elecciones del Estado de México y júrelo que su correo electrónico (sin que sea usted mexiquense) se verá saturado de spots publicitarios y guerra sucia de los candidatos a suceder a Enrique Peña Nieto. Y pasada la elección habrá más y más publicidad porque se viene el 2012. Canciones de desprestigio, cadenas de insultos y las plagas de Egipto simplemente serán nada con lo que viene.
V
Sí, también en la internet hay mucha basura como la puede haber en la televisión, en la radio y sí, en los impresos. pero es cuestión de hacerla de gambusino.
Qué hermosa palabra: “Gambusino”. ¿A poco no lo remonta a sus años mozos cuando quería ser vaquero y pensaba en encontrar oro en un río con tan solo un platón donde escudriñar las piedras que sacara?
Hoy me he convertido en un gambusino de los medios. Busco, leo, escudriño, tanto en tele, radio, impresos y, por supuesto, la internet.
He de confesar con orgullo que me he encontrado varias pepitas de oro en términos informativos, pero la que hallé ayer, hizo sentirme viejo.
Es un video de un partido de futbol de reservas del Barcelona y Casterdefells. Al fondo de la imagen, el portero de Casterdefells yace en el piso y la pelota, cerca de media cancha, la golpea un defensa blaugrana y anota. Los reclamos del equipo contrario ante lo que consideran “antideportivo” al no parar el juego con su portero en el suelo, no hacen eco en el árbitro que da como bueno el gol.
Casterdefells hace el saque en mediacancha tras la anotación en contra y entonces, lo increíble: El equipo juvenil de Barcelona se mantiene estático ante el avance del rival que, sin nadie que le haga presión, se dirige hacia el marco rival ante los aplausos de los espectadores que entienden el “fairplay” y anota... ¡y yo lloro! Sí, lloro ante un simple video que me dice: Salvador, te encontraste una gran pepita de oro en la internet. Esos chavos, exacto, valen oro al demostrar que tienen más actitud que un Obama, un Felipe Calderón o un Javier... Lozano.
Señores, si tienen internet, si leen periódicos, si escuchan la radio o sin ven la tele, láncense a la aventura de ser gambusinos de los medios... no pierda la oportunidad de gritar, como en los viejos tiempos ¡oro, oro, oro!

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