Algo huele a podrido en la CDI

* JDO, preparado para las lluvias
* Acertada transferencia: Elizabeth

José Ortiz Medina
En Corto... sin Cortes

Juran y perjuran que son respetuosos de la legalidad. Que no se parecen ni tantito al partido que les antecedió en el poder federal. Se santiguan y se dan golpes de pecho.
Se confiesan cada semana y comulgan todos los días. Son seguidores de la vela perpetua. Algunos han sido hasta Legionarios de Cristo pero ahora lo niegan.
Según ellos, casi todos son puros y castos. Almas impolutas. Se sienten una casta diferente, casi salidos de un mundo celestial.
Sin embargo, ese teatrito se les está cayendo. Han cometido el grave error de subestimar la inteligencia del pueblo.
Ellos son los panistas.
Claro que no a todos se les puede medir con tabla rasa, pues aunque no lo crean, hay casos aislados de honestidad. Como en todos los partidos, hay gente buena y ratas.
A nivel federal los casos sobran. No alcanzaría este espacio para describirlos. Hasta libros se han escrito de las transas de los corruptos azules.
Y acá en la aldea jarocha, también se cuecen las habas. Y vaya que sí.
Por ejemplo, nos acabamos de enterar que hace poco en la delegación de la Comisión de Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) , de manera un tanto extraña se asignó una obra de introducción de agua potable en Astacinga, municipio enclavado en la Sierra de Zongolica.
De acuerdo con las bases de licitación, el fallo correspondiente sería el 3 de junio de este año a las 12 horas. Sin embargo, la CDI, cuya delegada en el Estado de Veracruz es la panista Sara María López Gómez, de última hora informó que dicho fallo se tenía que diferir seis días después.
Empero, el 9 de junio a las empresas concursantes les volvieron a decir que el fallo se volvía a posponer para el 15 de junio a las 16 horas.
Ese día la CDI-Veracruz determinó que la única proposición “solvente técnica y económicamente” fue la presentada por el licitante Desarrollo y Comercialización del Centro, S.A. de C.V., con un importe de 13 millones 274 mil 696.82 pesos, sin incluir el IVA, por “cumplir” con los requisitos solicitados en la convocatoria a la licitación pública nacional número 00625022-005-11.
A esta empresa se le asignó la construcción de la obra denominada “Construcción de sistema de abastecimiento de agua potable en la cabecera municipal del municipio de Astacinga, Veracruz”.
Sin embargo, ahí va el “sospechosismo”, diría Santiago Creel.
Resulta que casi todas las empresas que presentaron sus propuestas, no aportaron con exactitud la información requerida, pero esto es poco menos que imposible cumplir al cien por ciento, de los requerimientos tanto técnicos como financieros.
Los que saben de licitaciones no nos dejarán mentir. Es extraordinario que la empresa que le adjudiquen un contrato no tenga absolutamente ningún error en su propuesta.
Pero qué casualidad que la compañía Desarrollo y Comercialización del Centro, S.A. de C.V. tenía toditita la información. Pareciera como si desde adentro de la CDI-Veracruz le hubiesen dictado todo lo que se requería en la obra, en una “perfección” que mueve a sospecha.
Pero eso no es todo. Fueron descalificadas otras empresas con propuestas económicas más bajas, a las cuales no se les adjudica el contrato afectando con esto al erario ya que se podría realizar la obra con menos presupuesto. Por ejemplo, hubo empresas que ofertaron 12 y hasta 7 millones de pesos para realizar este proyecto.
Independientemente de estas obviedades, desde un principio se corrió la voz de la empresa que finalmente sería beneficiada por lo que los empresarios concursantes manifestaron su inquietud ante la delegación de la CDI. La respuesta fue que en esa dependencia se apegarían a los principios de “legalidad y transparencia”.
Lo peor de todo es que en el medio de la construcción se rumora que en el CDI la mayoría de las obras que se licitan, para “beneficiar” a los indígenas, ya están “comprometidas” a empresas que no tienen la experiencia en los diferentes rubros o sectores. ¿Cuál legalidad?, ¿cuál transparencia?
Por supuesto que los constructores que se sienten agraviados han decidido impugnar esta determinación ante los tribunales correspondientes.
En conclusión, esta historia sería una prueba más de que el tan cacareado “cambio” que nos prometieron las administraciones panistas es un mero “mito genial”.
Así que el invento ese llamado “Compranet”, que es el sistema de contrataciones gubernamentales de la Federación es la misma gata, nada más que revolcada. Pura baba de perico… y azul por cierto.

EL GOBIERNO del Estado, a través de la Secretaría de Protección Civil, se encuentra preparado para hacer frente a la temporada de lluvias. Y es que, sin pretender ser triunfalistas, se han tomado ya algunas acciones que, sin duda, favorecen la seguridad de los veracruzanos, de todas las regiones y de todos los colores, pues el gobernador Javier Duarte ha demostrado que gobierna para todos, sin distingo alguno. Sin que medie el nerviosismo ni el miedo infundado, es necesario que la población esté pendiente de los reportes del clima y sepa cómo actuar, en caso de que las autoridades den aviso de implementar acciones preventivas.

LA ALCALDESA Elizabeth Morales se congratula por la transferencia de los servicios municipales de Tránsito y Vialidad al Gobierno del Estado. La petición tiene su origen en la intención de la alcaldesa en abonar a las políticas estatales suscritas en la Confederación Nacional de Gobernadores. Otro objetivo de esta determinación fue el avanzar en el desarrollo de un sistema de transporte público de calidad, y desde luego en mejorar la vialidad de la capital veracruzana, temas que serán apoyados por el gobierno de Javier Duarte.

AQUÍ LO adelantamos y hoy se cumple el vaticinio. Ricardo García Guzmán asume la dirección del IAP-Veracruz.