lunes, 4 de julio de 2011

Bomba en escuela

Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción

La manifestación que se presentó ayer por parte de estudiantes, padres y madres de familia de la telesecundaria Belisario Domínguez, es una llamada de alerta para las autoridades, antes de que ocurra una tragedia.
Ubicada en la calle del mismo nombre, las instalaciones se encuentran en condiciones deplorables. Ante ello, las autoridades prometieron reubicarlos, pero hasta la fecha siguen esperando el cambio que debió hacerse desde hace tres años a sus nuevas instalaciones, localizadas en la calle Sebastián Camacho.
Pero el asunto se complica. Apenas hace unos días, se descubrió un depósito de gasolina debajo de donde se ubicaría la dirección del colegio, lo que frenó las obras.
Las familias no tuvieron otra opción más que salir a manifestarse bloqueando la avenida Enríquez, por espacio de una hora, desesperados por la falta de rehabilitación del nuevo inmueble.
La presidenta de la asociación de padres de familia, Irene Casimiro, relata que fue el 17 de septiembre de 2008 cuando el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán realizó un recorrido y constató la situación crítica en las que se encuentran las instalaciones de la escuela Belisario Domínguez, en donde 200 estudiantes reciben clases en condiciones de hacinamiento y expuestos a peligros ante una conflagración al interior, pues sólo tiene como salida un angosto pasillo de 80 centímetros.
Los papás tienen muy claro que es un peligro latente. “De suscitarse un problema ahí, es un ABC en potencia”, dice Irene Casimiro.
Y es que hay que recordar que desde entonces, los padres de familia junto con sus hijos han tenido que salir a las calles en varias ocasiones ante la falta de atención por parte de las autoridades, las cuales pretextan falta de recursos.
La presidenta de la asociación, incluso, cuenta con una tarjeta firmada por (José) Ojeda de la SEV, donde se establecía que entregarían el 15 de mayo de 2009 las nuevas instalaciones. Ese documento ahora sólo es un recuerdo, porque nada se cumplió.
Mirna Alfonso Uscanga, madre de familia, reitera que se tenía la esperanza de tener listas las nuevas instalaciones a principios de este año, pero resultó que debajo de donde se ubicaría la dirección encontraron un depósito de una antigua gasolinera. Esto frenó las obras, pues las autoridades y la empresa se han enredado en trámites burocráticos para resolver ese problema.
Mientras eso ocurre, los jóvenes de la escuela Belisario Domínguez siguen expuestos a peligros. Incluso, con las lluvias ya han comenzado a aparecer grietas en los techos y los salones se inundaron este lunes. Ojo autoridades, actúen, antes de caer en negligencia.

enriquepompeyo@hotmail.com

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