Salvador Muñoz
Los Políticos
Entiendo que el programa Un Día sin Camión, si es bajo el esquema de Un Día sin Taxi, tiene como propósito “desahogar” hasta cierto punto el tráfico en la Atenas veracruzana.
Si es así, permítame ser un “aguafiestas”.
Por supuesto que es plausible que en la ciudad dejen de circular diariamente 260 de 1 mil 40 unidades de “urbanos”, aunque falta mucho por hacer para disminuir el problema en que se ha convertido este servicio.
Digo “Problema” porque por cualquier lado que se le vea a un “Urbano”, conlleva a un “Pero”.
¿Saben dónde se meten por la noche 1 mil 40 “urbanos”?
Algunos van a sus centrales, pero otros, ocupan las calles como estacionamiento abarcando considerablemente un espacio que muchas de las veces entorpece el tráfico los fines de semana cuando “descansan”.
¿Quiere otro “pero”? Si usted es motociclista o ciclista, o conductor de un carro con las ventanillas bajas, de seguro ha degustado una inmensa nube de bióxido de carbono porque es innegable que de esos más de mil “urbanos” que circulan por Xalapa, por materia ambientalista, deberían de impedírselo las autoridades tanto de Tránsito como las encargadas del ramo ecológico...
Quien no se haya encontrado un camión envuelto en nubes negras, lo felicito... nomás que nos diga en qué país vive...
Sigo sin comprender por qué hay un tipo en determinadas paradas que le dice al conductor de un “urbano” las condiciones y tiempo en que pasó adelante de él otro “urbano”, pero eso implica para que meta a fondo el acelerador dicha unidad y si logra alcanzarlo, lo rebasa sin que medie, de ser necesario, hacer alto en las otras paradas.
¡Ah! Ya sin contar con la falta de visión para seguir manteniendo en circulación esos vehículos de excesivas dimensiones que hacen imposible la circulación ágil en nuestras calles estrechas y esquinas apretadas.
¿Por qué no meter vehículos más pequeños como actualmente lo hacen hasta las mismas refresqueras, gaseras y dulceras?
Sí, de nada sirve ser aguafiestas porque nada de lo que aquí expuesto habrá de cambiar ni por parte de las autoridades de Tránsito, pulpos camioneros y autoridades del Medio Ambiente.
Seguiremos manteniendo a nuestras máquinas de hacer humo, a los cafres por las calles y a esas moles, estén en circulación o paradas, atrofiando la circulación.
He de aceptar que dentro del programa Un Día sin Camión ha de tener sus cosas positivas... como por ejemplo:
* Es seguro que, a menor número de unidades circulando, menor la corrupción de agentes de Tránsito.
* Otra cosa positiva: Bajaría el índice de mortalidad en ancianos y niños a causa de atropellados.
* Y por supuesto, los índices de contaminación se verían reducidos considerablemente por tener sin circular 260 unidades diariamente... ¡ajá! ¡cómo no!
En fin... por ideas no paran nuestras autoridades aunque... ¿No sería más fácil que en lugar de este programa se pidieran nuevas unidades, más pequeñas y se cambiaran muchas rutas que se concentran en el centro de la ciudad, para de cierto modo agilizar ahora sí el tráfico?
Es pregunta.
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