domingo, 21 de agosto de 2011

Feminicidio

Salvador Muñoz
Los Políticos

Se supone que este martes, el Congreso local habrá de “aprobar un nuevo delito”: El Feminicidio.
Si no mal recuerdo, la pena máxima que alcance a quien se le compruebe este delito, será de 70 años... si no mal recuerdo. Creo que la mínima será de 40 años.
Digo “a quien se le compruebe” porque para que sea considerado “feminicidio” se debe demostrar que hubo un asesinato por motivos de género, ¡vaya! que por ser mujer, la hayan matado. Suena a algo así como un asunto misógino.
II
Recuerdo el caso del Rey Schahriar, quien duda que existiera la mujer perfecta (desde su punto de vista), es decir, que fuera totalmente fiel... vamos, al pobre se le excusa en el cuento diciendo que su esposa lo traicionó por eso se justifica su asesinato.
No obstante, el Rey decide castigar a todas las mujeres y cada día se desposa para que en las primeras horas de la mañana siguiente, mate a su concubina porque no va a esperar otra traición.
Llega Scherezada y surge el cuento de las Mil y una noche... cada noche, Scherezada cuenta a su marido un cuento que interrumpe al amanecer, dejando, como coloquialmente se dice, “picado” al Rey Schahriar quien espera cada noche que el cuento continúe...
Al paso de tres años, se le acaban los cuentos a Scherezada y entonces, decide hablar con el Rey quien le agradece que haya calmado su sed de venganza y la hace su mujer y favorita... ¡ah! Por supuesto, la virtud y el amor, en una moraleja rara, triunfan en esta historia... y nos olvidamos de que Schahriar era un femicida.
III
Sí... estoy en desacuerdo en que se diga “feminicidio”... me gusta mejor cómo suena “femicidio”, claro, si nos apegáramos a un lexema común “femme”, en galo, o en latín “femina”.
Vamos, pero si fuéramos más sinceros y si quisiéramos darle su lugar como entidad igual, par que a la de cualquier ser humano, sea varón, niño o ya incluyentes, hasta homosexual, habría que empezar por eliminar la palabra “femenina”, bajo el riesgo de que me acusen de “feminicida intelectual”.
Les tengo una mala noticia, damas...
Si partimos de la raíz de “femina” o “femenina”, como se empezó a llamar a la mujer en la Edad Media para tratar de diferenciarla del hombre, basándonos en los estudiosos de las palabras, deja mal parada a la mujer su etimología latina aparente: Fe-fide y mina-menos, que en términos coloquiales sería “la que menos fe tiene”. Esto, según, porque el hombre es hecho a semejanza de Dios (culpen al misógino que escribió las sagradas escrituras) y la mujer no.
Recordemos el triste papel que desempeñó la mujer en la historia escrita por “maris” o sea machos... sí, mas/maris es en latín, “machos”. ¿Dije “desempeñó”? bueno, hasta la fecha, todavía la mujer está enfocada en diversos roles de la sociedad, más como servidumbre que como par del hombre o del marido (ahí está la etimología “maris”, ¿ya vio?).
IV
En Veracruz, sin contar los tristes acontecimientos que ocurrieron en Isla hace aproximadamente dos años, los feminicidios son siempre aparejados a relaciones sentimentales, a la vida en pareja que en realidad se convierte en la muerte por la pareja aunque es más común que sea el “ex” quien se vuelva brazo ejecutor en una torcida forma de pensar en la mujer como objeto personal que nadie más que él, puede tocar. Parece que no es igual el asunto como en Ciudad Juárez. Vaya, los feminicidios se dan paradójicamente por alguien conocido, por un familiar, por un esposo, un amante, un ex marido y nos encontramos que son roles repetidos por muchos años, quizás siglos, donde el hombre sigue viendo a la mujer como algo, un objeto... como una “femina”.
V
No sé si se deba festejar la aprobación de un delito y las penas que conlleva a quien lo cometa. En lo particular, no creo que el feminicidio disminuya por una simple razón: Esta Ley es para castigar, no para prevenir.

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