martes, 6 de septiembre de 2011

Apoyar es el verbo


Salvador Muñoz
Los Políticos

Más que hermanamiento pareciera que fue un pacto.
No entre ciudades, sino entre priistas. En este caso Javier Duarte y Enrique Peña Nieto.
Vamos, el PRI es el único partido que no tiene precandidatos… es más, ni precandidato, así en singular. El tricolor ya tiene a su candidato investido en la figura del aún gobernador del Estado de México.
Es por ello que la visita que realiza el mexiquense a Veracruz, no es de a gratis. Sabe lo que representa el Estado en materia electoral. Por ello su balconazo.
Aún mejor: Javier Duarte sabe lo que puede significarle a Peña Nieto Veracruz en proporción de los votos que en 2012, puede darle el estado al candidato del PRI a la presidencia de la República.
Por eso, Javier Duarte ya está trabajando en ello.
Conste, pongo “Javier Duarte”, que no el Gobernador bajo la ingenuidad del que escribe para pensar que se puede ser uno y otro.
Luego entonces, bajo el supuesto de que es seguro que Peña Nieto triunfe arrolladoramente en el Estado de México, pero no así en el DF, tiene que reforzar sus votos en un estado que tenga la leyenda de “Reserva Electoral”.
Para ello, Javier Duarte, el priista, junto con todos sus correligionarios, deberá enfocar todas sus baterías para cumplir con la cuota que deje huella en el ánimo de quien podría ser el presidente de la república porque en ello, es un hecho, Javier Duarte de Ochoa se juega su futuro político.
Luego entonces, Javier Duarte y el PRI, juntos y por separado, deberán trabajar en tres puntos sustanciales, de aquí a las elecciones, para garantizar no el millón y medio de votos con los que ganó en los pasados comicios como Gobernador, sino el doble, si se puede…
Los puntos sustanciales, desde mi humilde punto de vista son los siguientes:
1.- Convencer a Veracruz de que se está haciendo un buen gobierno y de llegar a ser un presidente emanado del PRI, el único beneficiado serían los veracruzanos.
2.- La elección de los candidatos a diputados y senadores debe ser hecha con pinzas, con precisión de relojero o pulso de cirujano, en aras de que no sólo garanticen el triunfo, sino copiosos votos. De nada servirá un triunfo si es apretado.
3.- Convencer a la gente para salir a votar.
Sobre el primer punto, el tema inmediato al que debe enfrentar el gobierno estatal sería la (in)Seguridad, dejando al empleo, educación, salud y vivienda, en segundo término. Abordar el tema como lo es, sin tapujos ni dobles líneas, podría generar al menos un poco de confianza, misma que al menos en un gran sector, se ha perdido. Ejemplo: Caso Maruchi y Gilberto. Las consecuencias de un acto precipitado (no por los twitteros, sino por las autoridades ministeriales) conlleva a un resultado negativo por cualquier bando: Si dejan en libertad a Maruchi y Gilberto, será malo para la Procuraduría porque evidenciará su erróneo entendimiento de las Leyes. Si sentencian a los twitteros, será malo porque se verá a un Gobierno ansioso de sembrar temor entre sus habitantes con una mal entendida aplicación de la Justicia.
Sobre el segundo punto, la mayoría de los “líderes” con los que cuenta el partido son “hechizos” y los auténticos, está demostrado en la tierra de los cuatro barrios que son malos servidores públicos. Los “hechizos”, por su parte, se vuelven bondadosos, entregan láminas, becas, van a colonias, etcétera, pero en cuanto llegan al puesto deseado, se olvida la mayoría de sus promesas... dije “la mayoría”. El mejor ejemplo de ello se plasma en “la mayoría” de nuestros diputados, más preocupados por servir al Gobernador que a sus representados.
En pocas palabras, elegir a los mejores candidatos, está sumamente difícil pero no imposible.
Sobre el último punto, convencer a la gente para salir a votar... ¿mmm? A lo mejor pudiera resultar hasta contraproducente. Quizás lo mejor sería que la gente no fuera a votar...
Por supuesto, no hay que olvidar una cosa... Calderón “gana” en una elección de abstencionismo con 15 millones de votos y con ventaja de 236 mil sufragios por encima de El Peje.
En cambio Peña Nieto, cuando contendió, obtuvo un millón 800 mil votos a favor con una diferencia sobre su más cercano contrincante de 900 mil votos.
En el caso de Veracruz, Javier Duarte si no mal recuerdo, es el Gobernador con más votos en la historia de Veracruz, con un millón 392 mil votos pero con una diferencia muy corta de 84 mil votos.
Y qué decir de Marcelo Ebrard, quien en el DF obtuvo dos millones 215 mil votos, doblando en sufragios a su más cercano contrincante. Sí... en el PRI, las cosas están para pensarse. ¿Bastará la cara bonita de Peña Nieto y su esposa de fantasía (digo, por haber sido estrella de tv) para competir en buena lid en la contienda que se avecina? Los priistas tendrán que hermanarse si es que quieren regresar a Los Pinos. Entonces, “el hermanamiento” no es más que un pacto: Yo te apoyo, tú me apoyas... la perfecta conjugación del verbo en el PRI.

PD Obra de teatro
Primer acto: ¡Glu, glu, glu!
Segundo acto: ¡Glu, glu, glu!
Tercer acto: ¡Glu, glu, glu!
¿Cómo se llamó la Obra?
R: El Informe de Peña Nieto.

e-mail: dor00@hotmail.com
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