miércoles, 21 de septiembre de 2011

Necesidad de Paz


Brenda Caballero
Números Rojos

Pensé que veía mis kilos de más, cuando sus ojos se posaron en mi cuerpo, aún con restos de gotas del baño matutino, que presurosamente trataba de secar sin que la toalla cooperara demasiado. Creo mis ojos le preguntaron qué pasaba, porque de repente exclamó: “¿Qué te vas a poner?”, (he de decir que mi marido es la persona más crítica que conozco, tiene el don de hacerme sentir una diosa o una mendiga, hablando por supuesto de ropa y accesorios). Falda blanca con blusa negra, contesté, su cara de interrogación me hizo complementar: por el Día Internacional de la Paz y porque estoy de luto.
Su sonrisa demostró su entendimiento, pues este miércoles se celebró el Día Internacional de la Paz, proclamado desde 1981 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y que el mundo conmemoró a partir del año siguiente.
No tuve que aclarar el negro, pues desgraciadamente sabía mi sentir, en relación con los 35 cadáveres tirados en el bulevar Adolfo Ruiz, a un costado de plaza Américas, en Boca del Río.
Es triste lo que vivimos diariamente, con la inseguridad y violencia, aunque más triste, en mi opinión, es decir, que eran delincuentes con antecedentes penales, entonces mis preguntas serían: ¿merecían morir? ¿Es un final justo torturarlos y luego matarlos? Luego, entonces: ¿todos los internos presos en penales deben ser muertos a manos de otros internos y tirados en la vía pública como animales? ¿Y los que los mataron y abandonaron allí no eran delincuentes? ¿Dónde queda la calidad humana? ¿Y los derechos humanos?
Según el procurador Reynaldo Escobar se obtuvo ese resultado al verificar los cadáveres con los datos de la Plataforma México, pero: ¿si hubiera algún error? ¿Y las mujeres y los menores de edad?; en el caso de los hombres, acababa de haber fugas masivas en tres penales del estado, y puede relacionarse por allí, pero ¿en relación con las mujeres? ¿Eran madres, parejas, hijas?
Aunque a ciencia cierta el día de ayer no se relacionaban las muertes con las fugas, hoy dicen lo contrario, ¿y mañana? Quién sabe…
Pero regresando a mi falda blanca, una sugerencia es que ese día se porte alguna prenda de ese color, entre la población, como símbolo de paz, y mire que cómo nos hace falta a los mexicanos.
Al menos creo que fue atinado traer las reliquias del Papa Juan Pablo II, pues en medio de tanta violencia las reliquias son un respiro a miles de feligreses que ansían la paz en las calles de sus pueblos y ciudades.
Otros más se refugian en algunos líderes naturales como Javier Sicilia, que con el simple hecho de ser escuchados satisfacen un poco su paz interior.
Claro que a más de uno este 21 de septiembre le valió gorro, y no lo digo porque no haya portado ropa blanca, para nada, ya que estar en paz requiere más que vestir un día de blanco.
Simplemente porque al salir a la calle un día después de la conmemoración del Día Internacional de la Paz se puede sentir la intolerancia de las personas que caminan, de las que manejan o de las autoridades que nos gobiernan.
Peor aún, los medios no destacarán la conmemoración y si le echamos un vistazo a la nota roja, verificaremos que seguiremos igual, incluso, vestiré de otro color y no de blanco. Y no porque no esté en paz conmigo, para nada sino porque es muy posible que pasemos como sociedad otros 29 años negros, a oscuras, con sombras de violencia, crimen, intolerancia y corrupción, aunque con la esperanza de un verdadero cambio.
Me apresuré a cambiar y desgraciadamente no salí en paz, pues ya era tarde y tenía que checar.

caballero_brenda@hotmail.com

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