Rolando Herrera / Enviado
Reforma
El Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, se lució ayer en la celebración del Grito de Independencia... pero con su ex compañeros de generación de la Universidad Iberoamericana.
Duarte invitó a sus amigos y ex camaradas de clase a acompañarlo durante la fiesta que encabezó por primera vez como Gobernador y que como show principal tuvo la presentación de la cantante Lucero.
Los invitados llegaron a esta capital alrededor de las 14:40 horas en un vuelo chárter operado por la empresa FlyMex, procedente del aeropuerto de Toluca, Estado de México, El avión, un Embraer ERJ135, con matrícula XA-AMM, tiene una capacidad para 37 pasajeros. Venía lleno.
Duarte recibió a sus invitados en el aeropuerto de "El Lencero", a donde además arribaron otros dos Jets privados, cuyos pasajeros también saludaron al Gobernador.
En la terminal aérea se aplicó un importante dispositivo de seguridad, tanto de los miembros de la escolta de Duarte como de policías estatales, durante las poco más de dos horas que el Mandatario estuvo en la terminal aérea.
También durante ese tiempo, el helicóptero de la Policía Estatal realizó sobrevuelos en los alrededores y un par de camionetas con militares circularon en las inmediaciones. Los amigos del Gobernador quedaron muy bien escoltados.
De acuerdo con el encargado de un módulo de turismo instalado en la terminal, la actividad aérea de ayer fue intensa comparada con lo que se registra habitualmente, pues normalmente sólo llegan un par de vuelos de Aeromar procedentes de la Ciudad de México.
Los amigos de generación del Gobernador, quien estudió Derecho en la Universidad Iberoamericana, fueron trasladados en un autobús de la terminal aérea a Coatepec, ubicado a 8 kilómetros de Xalapa y que está catalogado como Pueblo Mágico.
El traslado estuvo guiado por un motociclista de la Policía Estatal y con vigilancia de elementos vestidos de civil; los invitados fueron llevados al hotel Posada Coatepec, ubicado en el centro del municipio, en donde se les ofreció una comida en uno de los salones del restaurante María Enriqueta.
De acuerdo con empleados del lugar, en total fueron alrededor de 50 los comensales y la cuenta, cuyo monto no fue revelado, sería cubierto por la Alcaldía de Xalapa.
Después de la comida, los ex compañeros de Duarte fueron llevados al hotel Crown Plaza, que en su publicidad asegura ser el único hotel 5 estrellas que está en la capital del estado, cuyas habitaciones ya habían sido reservadas con anterioridad.
De acuerdo con la fuente, el itinerario que se planeó para ellos, además de presenciar desde el Palacio de Gobierno el Grito y disfrutar del espectáculo, fue que el que estuvieran presentes durante la cena y que este día, después de desayunar con el Gobernador, regresen a Toluca a bordo del mismo vuelo charter.
...Y acarrean gente
Grupos de personas de colonias populares de esta capital y de municipios cercanos fueron llevados a la Plaza Lerdo para intentar cubrir la ausencia de espectadores durante el Grito de Independencia que encabezó el Gobernador Javier Duarte.
Los acarreados comenzaron a llegar desde las 15:00 horas, antes de que iniciara el espectáculo musical, en camiones que se estacionaron en las inmediaciones de la zona centro, la cual fue cerrada con vallas metálicas.
Erasto Luna Gabriel, integrante del PRI del municipio de Tlacolula, indicó que él colaboró con un grupo de 45 personas, las cuales viajaron durante una hora para estar presentes en la verbena.
"Venimos aquí, con el Gobernador, a manifestarles nuestro apoyo, nosotros tenemos la camiseta bien puesta", indicó.
El priista, quien portaba una playera roja con el logotipo de su partido, dijo que no llevó más gente porque la mayoría manifestó que tenía miedo de que fuera a ocurrir un atentado.
"Mucha gente no quiso venir, por todo lo que está pasando y porque se comenzó a decir que podrían echar una bomba y pues tienen miedo", indicó.
Algunos de los acarreados portaban gorras blancas y se les repartieron bebidas y alimentos, los cuales, en algunos casos, no sirvieron para que se animaran.
"Pues la verdad ya me cansé un poco, llegamos hace cinco horas y ya me duelen los pies", dijo María López, una mujer de 78 años y quien llevaba su gorra blanca puesta.
A pesar de la movilización de la gente, que incluyó a empleados menores del Gobierno estatal y municipal, la plaza lució con poca gente, personal de Protección Civil consideró que no acudió ni una tercera parte de los asistentes de otros años.
"Por número no te sé decir cuántos hay, pero no debe ser más de un 30 por ciento de la gente de otros años, antes toda esta cuadra -de la calle Rafael Lucio- estaba llena, ahorita ve, está vacía", dijo.
En los accesos a la Plaza, como no había ocurrido en otros años, se instalaron vallas y arcos detectores de metales y agentes de la Policía revisaron minuciosamente bolsas y cachearon a las personas.
"Lo que nunca había pasado, hasta a nosotros nos revisaron los botiquines, los equipos y los vehículos, están muy estrictos", indicó un paramédico de la Cruz Roja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario