Arturo Reyes González
Burladero
El sábado por la tarde, cerca de las 14:00 horas, tuve la necesidad de tomar la avenida Maestros Veracruzanos con rumbo hacia Coatepec. Al circular por la zona era increíble ver la enorme fila de autos que se formó empezando en la glorieta del puente “Chedraui Karam” y que llegaba hasta unos metros pasado el puente de 20 de noviembre ya muy cerca del puente “Rébsamen”.
Los cientos de autos circulaban, o intentaban hacerlo, literalmente a vuelta de rueda. De inmediato pensé: ¿cómo es posible que en una ciudad tan relativamente pequeña se pueda uno hacer 25, 35 minutos al recorrer un tramo también muy corto?
La obvia respuesta se la atribuí al excesivo número de autos que deben circular en la capital del estado todos los días.
De manera inconsciente, mientras esperaba poder avanzar en contrasentido, cerca del edificio de la USBI, empecé a valorar la idea del “hoy no circula”; primero la recordé, después la intenté comprender, dimensionar, para acto final rechazarla, ¿la razón?, la enorme cantidad de autos blancos con franjas rojas que portaban la leyenda “Taxi Xalapa” que estaban delante de mi.
Y fue entonces que recordé una parte vital, neurálgica del problema que padecemos todos los xalapeños: Las miles de concesiones de placas de taxis otorgadas durante el sexenio pasado, sin ton ni son, sin medir consecuencia alguna, sin reparar en el problema que iban a generar en el corto y mediano plazo.
Si ya teníamos un serio problema en la Ciudad de las Flores, en la Atenas Veracruzana, con el tráfico poco antes de este irresponsable acto de otorgamiento de concesiones como si se tratara de lonches en acto partidista, con él nos vinieron a terminar de afectar.
De repente se aceleró un problema que quizá tenía unos años más para ser tratado.
¿Pensar como ciudadano en la opción del “Hoy no circula”? ¡No! Yo creo que no como primera opción, no como eje del plan que seguramente nuestras autoridades de Tránsito del estado ya estudian y desarrollan para atacar dicho padecimiento de la sede de los poderes del estado veracruzano.
Y es un rotundo no, porque lo primero que se debería de atacar, corregir y regular es precisamente dicho asunto, el del excesivo y desproporcionado número de taxis de la capital y quizás de otros puntos del estado.
Son miles y miles de taxis que de un solo golpe atiborraron nuestras calles y que hoy las mismas autoridades, que no los mismos responsables, tratan de medio arreglar o contener con un “hoy no circula para el transporte público” y que la verdad dudo que nos lleve a una solución de fondo en tan serio problema, vaya, ni siquiera como un efectivo “mejoralito” en lo inmediato.
Así es que señores de Tránsito del estado, no nos vengan a los xalapeños con más cuentos.
Demuestren que tratan de hacer bien las cosas, que las acciones van en serio y que tienen un rumbo y sentido definidos; que son expertos en la materia, operadores de tránsito, ambientalistas, urbanistas y todo aquel personal calificado que se puede involucrar, quienes están guiando sus acciones en la búsqueda efectiva de una solución, de una respuesta.
Con un respectivo informe que la mayoría de los ciudadanos podamos entender, porque obvio estamos totalmente involucrados y somos parte importante del problema, nos afecta, debemos participar, claro que sí, pero con un esquema que plantee soluciones reales.
Pero empecemos por lo primero. Corrijan ese grave exceso cometido desde donde ahora están.
No podemos partir de una búsqueda conjunta cuando pareciera que están queriendo cargar el peso de la solución a los xalapeños.
Tenemos parte de la culpa, sí, pero no quieran resolver el conflicto a nuestras costillas y dejando en el aire el ahora irregular y grave problema del transporte público.
Como decía “Jack el destripador”, vamos por partes.
argo_reyes@hotmail.com
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