Infracción pizza

Arturo Reyes González
Burladero
Gráfica: fotoxalapa.com.mx

A veces uno no quiere pensar mal respecto de una determinada situación, pero cómo entender que en algunas zonas de la ciudad los nuevos (y algunos viejos también) agentes de tránsito del estado no se les pasa un solo vehiculo mal estacionado, y en cuestión de minutos, prácticamente con cronometro en mano llaman a la grúa para que levante la unidad automotora que infringe el reglamento correspondiente.
Mientras, en algunas otras zonas de la misma capital, en los mismos horarios, ni quien se asome a molestar a los vehículos arriba de la banqueta que provocan que los ciudadanos, peatones que por ahí pasan, tengan que caminar por debajo de la banqueta arriesgándose a ser atropellados, o los que simplemente estorban y entorpecen el tránsito de resto de los autos y camiones y causan enormes filas y congestionamiento, y nadie los intenta siquiera quitar.
Para el caso concreto de la avenida Ávila Camacho, cerca del parque Juárez, ahí siempre hay un agente – o varios- al pendiente, ah, claro, es zona centro, eso debe ser, mientras que en Xalapeños Ilustres, en el tramo que comprende de la gasolinera de 20 de Noviembre hacia la iglesia de San José, hay un buen número de autos estacionados justo donde está el señalamiento que lo prohíbe y ni autoridad que se inmute; pero, pero también es zona centro, ¿entonces?
Eso sería cómo tratar de entender cuál es el criterio que se aplica para que la grúa levante el primer automóvil de varios que están estacionados en una misma zona prohibida, ¿primero, aplicarle el reglamento y la respectiva sanción a… el que se ve más caro, el que se ve más limpio, el más nuevo, el qué está más a modo, o el más jodido?
¿Usted tiene idea de cómo se decide eso?
O es como preguntarse si al cometer una violación o infracción, nos van a pedir unos 200, 100, 50 pesos, ¿aceptará monedas? ¿Varía si es hombre o mujer, si es joven o vieja, digo, adulta mayor?
Pero mire, si algo hay que reconocerles a los nuevos agentes es que contagiados por el exitoso ánimo que el director Demuner les transmite, así como pasa con las “licencias pizza” (30 minutos o son gratis), los agentes también aplican la misma dinámica, son veloces para arreglarse con el infractor y que no se lo lleve la grúa.
Llega la grúa y en cuestión de 2 minutos baja el brazo mecánico y está listo para enganchar el carro, el chofer o sujeto que lo hará junto al guardia del orden vial toma unos minutos para estirarse y preparar el enganche, ¿no ha aparecido el dueño? Ok, continuemos, se procede a sujetar la nave (el coche pues) e inicia el levantón, lento, muy lento, suave, poco a poco, hay que dar tiempo a que alguien corra a tratar de salvar su auto; ya una vez arriba, hay que esperar unos minutos más, ¿benévolos no?, recoger la cadena con calma, quitarse los guantes y si es de día y hace calor, limpiarse el sudor, acomodarse la gorra y los lentes de sol, (¡carajos, pues a dónde fue el dueño o dueña!)
Para esto ya pasaron sus eficientes y medidos 10, 15 minutos a más, puede ser menos; ellos, los encargados del levantón, amablemente buscan con la mirada de un lado a otro a ver si alguien se preocupa, hasta que por fin alguien llega para pedir que no se lleven su carro. (¡vaya, finalmente!)
De ahí en fuera, el alegato e intercambio de ideas es rápido, una sola voz se impone: violó usted la ley, no hay vuelta atrás, es una lanota la que le va a causar su falta, a menos que… quiera evitarse la fatiga de ir hasta el corralón (se me hace que por eso lo pusieron tan lejos) y con que se ponga a mano, promueva la corrupción, se caiga con una lana y les ayude, todo se puede arreglar, tan grave problema, oh, se puede arreglar muy rápido, todo depende de cuánto traiga y el tiempo que se tarde en meter y sacar la mano de la bolsa, monedero, cartera o bolsillo.
Hasta aquí llevamos 25 minutos… o sea que justo antes de los 30, el trato se ha cerrado sin mayores contratiempos.
La unidad se baja y desengancha, el agente se despide muy amablemente de usted, y cómo no si acaba de contribuir a mejorar su economía personal y familiar y en consecuencia, usted puede continuar su camino y tan tan.
Oiga, ¿no podremos pedir a don Demuner que si sus agentes no se han arreglado con el cliente infractor en menos de 30 minutos, con todo y auto levantado, la mordida sea gratis?
Digo… hay que ser parejos

argo_reyes@hotmail.com