viernes, 25 de noviembre de 2011

Seguimos hablando de mareas

Liz Mariana Bravo Flores
Andanzas de una Nutria

“La luna me está mirando, yo no sé lo que me ve, yo tengo la ropa limpia ayer tarde la lavé, luna, luna, luna llena menguante…”
Susana Baca
Debido a que la pesca es un deporte altamente influenciado por la luna, ya que ésta domina el movimiento de las mareas, la semana pasada explicamos términos importantes para un pescador, entre los que se encuentran: pleamar, bajamar, llenante, vaciante, reparo, coeficiente de la marea, mareas vivas y muertas.
Una vez comprendidos los significados de estos hoy continuaremos hablando de cómo el ciclo del astro afecta la cantidad y tipos de peces que podemos encontrar dependiendo del día y la hora.
Algunas de las causas de que en un mismo sitio de pesca podamos obtener diversidad de animales, y en otros momentos no encontremos un solo pez, son que el ciclo de la luna afecta los niveles de luz a los que responden diversidad de organismos.
Los efectos del sol y la luna afectan las mareas de los océanos, cambiando la diversidad de alimento para los peces a causa del flujo de la marea y las corrientes interoceánicas, lo que los obliga a moverse en busca de comida.
En otras palabras, muchas veces no hay pesca en un lugar determinado porque la corriente arrastra las presas hacia alguna zona del mar y detrás de éstas nadan los carnívoros para alimentarse de los más pequeños.
De manera general, según la experiencia de los pescadores, siempre será una mejor jornada en luna nueva, le sigue la luna llena, y será más difícil obtener una buena pesca en los cuartos menguante y creciente.
Lo anterior, debido a que durante las noches de luna llena muchos seres vivos suben de la profundidad del mar hasta la superficie, con la finalidad de encontrar la luz nocturna, es en esos momentos cuando los peces encuentran grandes banquetes en la superficie, lo que conlleva a que sea más fácil para los pescadores atrapar su trofeo.
A causa de eso, durante los periodos de luna llena será más difícil la pesca durante el día, ya que los peces estarán satisfechos por haber ingerido suficiente alimento en la noche y permanecerán en las profundidades del océano; mientras que en la luna nueva el nivel de luz es nulo por lo que los peces se dispersan y tienen dificultad para alimentarse en la penumbra, por lo que este ciclo beneficia la actividad durante el día.
Sin lugar a dudas hay otros factores que influyen en la pesca. No es al azar que cada pescador tenga sus lugares favoritos para la práctica del deporte, esto se debe a que la naturaleza de un sitio permitirá o no que los peces naden en la superficie, en las profundidades o que no permanezcan ahí.
Esto depende de la conformación del fondo, salinidad, concentración de organismos alimentarios en las aguas, oxigenación, temporalidad de las especies a nivel alimenticio y reproductivo, depredadores así como enfermedades, entre muchos otros aspectos.
Todo lo mencionado no quiere decir que sólo se pueda pescar por la noche en luna llena y durante el día en la nueva; en los cuartos creciente y menguante es recomendable pescar dos horas antes del amanecer y dos horas después de éste, así como dos horas antes y dos horas después de que anochezca.
Es importante buscar las horas en que los peces salen a la superficie en busca de comida, así como los cambios de marea, ya que los mejores momentos de actividad se registran en los vaciantes y llenantes, debido a que el agua alcanza niveles altos que acarrea crustáceos y todo tipo de vida marina que comienza su actividad al llegar el mar, además de la actividad depredadora de los peces; mientras que al bajar la marea los deja parcialmente visibles.
Algunos animales grandes eligen los reparos para alimentarse, por lo que hay que tener más paciencia de lo normal en esos momentos pero puede verse recompensado al atrapar un gran pez.

nutriamarina@gmail.com

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