Viernes Negro

Brenda Caballero
Números Rojos

Sonó mi celular, número desconocido ¿contesto o no? el dilema actual, pues es un buen medio para ser víctima de extorsión, en fin me arriesgue: Bueno…¡Hola Princesa! ¿Cómo estás?, por supuesto que no era mi marido, pues después de unos años de relación ya no eres ni mi cielo, ni corazoncito, ni amorcito, ni mi reyna, ni preciosa, todo lo contrario ahora ya no eres la princesa del cuento sino el sapo, ¿o la rana? en fin te conviertes hasta en bruja, madrastra, o cualquier adefesio que se le parezca. Pero dejando las monstruosidades derivadas del matrimonio para otra ocasión, vuelvo a la llamada: era Fred, mi vendedor estrella de ropa, el cual me llamaba para invitarme a comprar… ya no en el buen fin, ahora en el black friday estadounidense (viernes negro).
¿Qué cosa? Por si algo faltara, algunos negocios mexicanos que ya habían entrado al pasado buen fin ahora le entraban al vienes negro. Es decir que si usted fue de los afortunados a los que les adelantaron su aguinaldo y no se lo gastó, este viernes pasado era el ideal, algo así como una última oportunidad para quedarse sin lana.
Incluso para poder aprovechar ese increíble día, los negocios han utilizado la tecnología de la internet para que cualquier comprador ubicado físicamente fuera de los Estados Unidos pueda tener acceso a comprar, todo directamente en línea. ¿Qué considerados no? El chiste es que gastemos hasta el último peso que nos sobra dizque para incentivar la economía, ¡claro que no es la nuestra!
Pues según las estadísticas de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) las formas de pago de los mexicanos durante en el buen fin fueron del 54.4 por ciento en efectivo, 20.2 por ciento con tarjeta de crédito, 13.3 por ciento con tarjeta de débito y 9.6 por ciento con tarjeta departamental. Asimismo, el 2 por ciento de los encuestados señaló haber tramitado alguna tarjeta departamental o de autoservicio durante sus compras. Luego entonces no fue buen fin, sino un mal fin de endeudamiento ¿no lo cree?
Pero no solo fue un viernes negro de dinero, sino que también las autoridades de Guadalajara tuvieron su viernes negro, al tratar de investigar sobre la identidad de los 26 cuerpos abandonados en la glorieta Arcos del Milenio y de los 16 calcinados de los 26 muertos encontrados en Sinaloa.
Y claro que se seguirán los viernes negros, muy negros para algunos niños que por la guerra antinarco emprendida por mi querido presidente han quedado huérfanos. Según la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) la cifra puede rebasar los 3 mil 700, así como 4 mil niños muertos y 400 menores reclutados por bandas de delincuentes, y alrededor de 20 mil familias afectadas por la violencia.
Ahora que si hablamos de política, pregúntenle a Manlio Fabio Beltrones, como le fue ayer, seguramente su primer viernes más negro que la noche, después de su declinación a favor de Peña Nieto.
¿Y el resto de los mexicanos? Con certeza puedo decir que no ha sido un viernes, sino un sexenio negro.
Colgué mi celular, despidiéndome de Fred... en unos minutos sonó otra vez, ¿Bueno? era mi marido
Sin Princesa, Corazón, Cielo, pero con un “Te quiero mucho”, y lo más importante: Sin Viernes Negro.

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