domingo, 27 de noviembre de 2011

Teletón: ¿Dar? ¿A quién?

Arturo Reyes González 
Burladero

La fecha se acerca, los miles de promocionales ya hacen su aparición en distintos medios de comunicación a nivel nacional, son parte esencial de la difusión que se realiza cada año por las mismas fechas, se trata del ya arraigado evento del “Teleton” en su versión 2012.
Es así como el fenómeno social y mediático de ayuda recorre una vez más el país entero en busca de donantes. El fin es el mismo de los catorce años anteriores: recabar importantes sumas de dinero para ayudar a financiar los tratamientos médicos especializados que niños y niñas mexicanas de escasos o prácticamente nulos recursos con distintas discapacidades padecen.
De acuerdo con la información de su página de internet, se trata de un proyecto de unidad nacional que ofrece la oportunidad de renovar la confianza en las personas y las instituciones a través de esta causa social de ayuda. Hasta ahí todo parece bueno, bonito y cierto.
Sin embargo, hay algo que en lo personal me causa mucho ruido, y es que hace un par de años tuve la oportunidad de leer en un correo electrónico que enviaron como cadena, que grandes empresas, consorcios como por ejemplo Televisa y Telmex, dos de los más importantes gracias a nuestras donaciones, a las donaciones de miles de ciudadanos que creen en la solidaridad y en desprenderse de unas monedas o billetes para contribuir a la rehabilitación de nuestros pequeños, aprovechaban para ellos deducir impuestos.
Esto es, no dieron paso sin huarache y capitalizaron un tema especialmente sensible para todos los mexicanos. Consulté con un amigo economista el punto porque no quise quedarme con la duda y la explicación que al respecto me dio fue a resumidas cuentas la siguiente.
Es una realidad. Los donativos que hacemos ya sea vía mensaje de texto, con cargo a nuestro recibo telefónico, depósitos bancarios o redondeos de cuentas en tiendas, no generan al momento recibos deducibles de impuestos para quienes hacemos la aportación, por lo tanto las empresas que captan dichas donaciones sí pueden solicitar para ellas la exención fiscal gracias a las aportaciones de terceros.
Para la mayoría de la población es bien sabido que quienes hacen las donaciones durante el fin de semana que dura el evento no reparamos en este asunto, acudimos de buena fe a dar una ayuda, cada quien en la medida de sus posibilidades, pero de acuerdo a la situación económica nacional actual, me atrevo a asegurar que son las familias más necesitadas, de clases sociales bajas y medias quienes hacen una significativa aportación por el simple hecho de ser una contundente mayoría.
Por lo tanto, con las aportaciones de la sociedad, de los baja y clase medieros, las grandes empresas obtienen devolución de impuestos. ¡Ja, bonita la cosa!
Otro dato que destaca y que se encuentra en la internet señala que entre las empresas que promueven al Teletón se encuentran las de los alimentos procesados que no pagan IVA al país y que por supuesto son los primeros que también se oponen a gravar este tipo de productos bajo el argumento de que son básicos.
Pero eso no es todo, resulta que la mayoría de estas empresas madrinas del Teletón y de la ayuda a los niños son las que menos pagan impuestos, por ejemplo bajo el concepto del ISR (impuesto sobre la renta) y además de todo también son las principales beneficiarias de la devolución de impuestos por parte de las autoridad federal, con lo que en lugar de sumar a la consolidación de las finanzas restan.
Con todo lo anterior, no pretendo promover una idea negativa hacia el apoyo que las familias veracruzanas brindan cada año a un evento que en su esencia y naturaleza es beneficio para los niños, no se trata de no ayudar, sino de buscar la manera de que estos mañosos(y ricos y abusivos) no abusen de nosotros.
Por el contrario celebro y promuevo la idea de dar, de aportar con la decidida intención de que nuestros niños se rehabiliten y sus familias descansen de tan fuerte gasto que debe implicar sus tratamientos. Ellos se lo merecen.
Sin embargo, hay que buscar la manera de que el recurso que damos no les sirva para evadir impuestos, que no lucren con la ayuda. Informémonos al respecto.
Gracias a Teodoro Bravo por tomarse el tiempo y la molestia de escribir.
Te comparto: A quien me referí la semana pasada, basa su control de la diabetes en la comida y en el ejercicio. Suena esencial, simple, fácil. Fíjate mi estimado Teodoro que lo es si logras vencer tus inercias cotidianas y forjarte una auto disciplina alimentaria. Al inicio cuesta, pero es cuestión de adaptarse.
Es como cuando la gente mal entiende que hacer dieta es no comer, o hacer dieta es pesado, molesto, etcétera. Se promueven muchas ideas falsas, negativas, no tenemos una cultura al respecto e incluso algunos –muchos– terminan recurriendo a los “productos milagro” pero es más por flojera, por comodidad, te lo aseguro que así es.
Él cuida lo que come, se mide, si tu señor padre lo decide, que vaya adquiriendo productos bajos en azucares y sales, ojo, no es lo mismo que agarrar cualquiera que diga light en grande en la etiqueta, revisa la tabla nutricional, algunos son engañosos, pero con eso se puede ayudar bastante, recuerda no es lo mismo productos light que revisar las tablas nutricionales, apóyate en algún médico al respecto.
Finalmente, compleméntenlo con ejercicio, básico, medido, poco a poco, mira incluso con caminar distancias medidas, ayuda mucho.
Gracias por tu correo y disculpa la tardanza.

argo_reyes@hotmail.com

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