Cadena y Katia

Salvador Muñoz
Los Políticos 

La noticia es sumamente interesante: Por primera vez, el director de la Filarmónica de Nueva York interrumpe su concierto por un impertinente: el tono de un celular.
Alan Gilbert hizo alto al último movimiento de la Novena Sinfonía de Mahler cuando el tono de “Marimba” no dejaba de sonar.
¿Le parece familiar esto?
Sí, cualquiera diría que la tecnología se ha convertido en un incómodo impertinente.
Creo que un alto porcentaje de personas que manejamos celular hemos hecho pasar un mal momento a quien tenemos enfrente cuando suena nuestro teléfono... nos volvemos maleducados y olvidamos nuestro entorno por atender una llamada.
En el cine, por eso, antes de comenzar la función, nos piden que pongamos en modo “vibrar” el celular y no falta aquél que a media película, distraiga con un “tonito”.
Sí... pareciera que el celular se convirtió en un incómodo impertinente.
II
Hay quien piensa que la internet es “perdedera de tiempo”, un “chateo interminable”, “pornografía”, “sexo”, “distractor”... para otros, una ventana para sacar reflexiones, ideas, pensamientos y hasta frustraciones... un inmenso diván para expresarle a la gente qué tan tristes nos sentimos, qué tan enojados estamos, qué tan enamorados vivimos, qué tan corto puede ser nuestro criterio...
Ahí está el último y más reciente caso de Kate del Castillo... linchada, aclamada, satanizada y adorada por escribir lo que piensa y no pensar antes de escribir... ¡nos pasa a (casi) todos!
Recordemos el caso de Talavera, el funcionario panista que por decir que no olían bonito las indígenas, fue puesto de patitas en la calle.
En Xalapa, está el caso de Roberto Cadena Ortiz, subdelegado de Profeco, quien es acusado de haber despedido a una joven de nombre Katia Libertad Flores Zamudio, quien puso en su facebook (creo que lo dio de baja, porque no lo encontré... sí hallé el del funcionario): “Veo las encuestas y me sorprende que haya quien crea que Chepina es una opción de cambio y mejorar este país de calamidades, en gran parte, gracias a los gobiernos panistas, de la fregada”.
Para algunas personas, esto fue calificado como un “patear el pesebre” de alguien que trabaja para una dependencia que (entrecomillo) “es panista”. Otros la calificaron de desleal. Pero de los comentarios que se vertieron en torno a la expresión de Katia, me sorprendió el que puso su mismo jefe, Roberto Cadena Ortiz casi inmediatamente: “Te recuerdo que trabajas en el Gobierno federal, que nuestro jefe es el presidente Felipe Calderón, emanado de Acción Nacional, si no estás de acuerdo, qué esperas para renunciar e irte a tu república amorosa. Sé congruente, espero”.
III
La tecnología no es mala... lo malo es cómo se aplica. ¿Un jefe subiéndose al cuadrilátero de la red social para dirimir una diferencia de ideología con su empleada? Peor aún, ¿y que por ello la despida? Hay que estar sumamente jodido.
Si tengo a un perredista en mis filas, yo, como panista, lo lógico sería convencer al otro de las bondades de mi partido. Con su actuación, lo único que exhibe Cadena Ortiz son las maldades de su partido y de paso, crear un panorama adverso, negativo, contrario, en el presidente y en una precandidata a Los Pinos que tanto defiende.
¿La tecnología es un incómodo impertinente? realmente no.
Insisto, es cómo la apliquemos. Hoy, al menos, a simple vista, Katia Libertad gana no sólo en los escenarios de alguna junta de Conciliación y Arbitraje, sino en un alto porcentaje de las simpatías de las redes sociales gracias al incómodo impertinente que se decía su jefe.
Habrá que ver el desenlace... cómo termina Cadena y cómo termina Katia.

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