Los Políticos
La noticia se dio hace una semana, creo que el 29 de diciembre. Entre que las vacaciones, el olvidarse un poco de la computadora y de la televisión, no me di por enterado del ¿triste? ¿lamentable? ¿arcaico? ¿deprimente? ¿irracional? suceso...
En serio que no encuentro las palabras para precisar el hecho, así que como si fuera reportero, lo explicaré:
“Miguel Ángel Brito Sánchez denunció a su propio padre por violencia intrafamiliar, discriminación y los que se acumulen.
Su padre es Miguel Ángel Brito Molina”.
Acá en la aldea, en la capital veracruzana, en el norte o zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, quizás lo que más nos suene sea el apellido Brito y entonces pongamos ubicación al hecho: Coatzacoalcos.
Así, someramente, no hay mucho que decir. Un pleito de familia, al calor de las copas o de las frustraciones propias que afloran en cada fiesta, en cada festejo o en fin de año...
Un pleito familiar que para el grueso de los lectores no tendría la relevancia que puede tener un choque, un encontronazo, muertos y heridos.
Pero cuando se ahonda un poco más del asunto y se desmenuza la razón de la denuncia, dijera el Doctor Chapatín: ¡Me da cosa!
El padre siempre insulta al hijo por sus preferencias sexuales.
Sí, pareciera que estamos narrando una película de los 70, o más atrás, cuando se escandalizaba en el seno del hogar porque la hija estaba enamorada del peón, porque el hijo decidía estudiar medicina y no Derecho, como lo había hecho su padre o porque la hija resultaba embarazada y era la vergüenza familiar... es curioso, pero no recuerdo alguna película que hable de que el hijo o la hija es homosexual... ¿será que eso no había siquiera que pensarlo?
El toque político a la nota del joven de 22 años, de apellidos Brito Sánchez, es que su padre es el presidente del Comité Directivo Municipal del PAN en Coatzacoalcos.
Si bien para mí es irrelevante tal dato, lo pongo porque en los medios se le dio más énfasis a una ideología política que al hecho.
Pareciera que la violencia intrafamiliar se vuelve exquisita cuando el involucrado es un político.
La noticia, pues, dejó de ser un hecho de violencia y discriminación, para enfocarse en un partido o peor aún: en un militante del PAN.
La noticia en sí, es triste por donde se le vea. La intolerancia de un padre para con su hijo llegó a los extremos de ventilarse a la vía pública. ¿Se puede imaginar el hartazgo de un hijo para que llegara a denunciarlo?
Es seguro que el 2012 la familia Brito no la inició con el pie derecho... no. Es más, difícilmente las cosas se resuelvan pronto por varias razones:
Primero, porque Miguel Ángel Brito Sánchez jamás dejará a un lado lo que él quiere ser, siente ser y prefiere ser...
Segundo, porque difícilmente su padre, Miguel Ángel Brito Molina, va a perdonar que su propio hijo lo haya exhibido...
Tercero, porque aún todavía más complicado es que padre e hijo se fundan en un abrazo y reconcilien sus rencores...
Cuarto, es más canijo que, ya que sacaron sus trapitos al sol, ambos aprendieran a pedir “perdón” para darnos una lección de tolerancia, respeto y sobre todo, amor...
El 2012 apenas empieza... hay tiempo para que la familia Brito nos haga tragar nuestras palabras.
e-mail: dor00@hotmail.com
twitter: Los_Politicos
No hay comentarios:
Publicar un comentario