martes, 3 de julio de 2012

2016

Salvador Muñoz
Los Políticos 

Pues tenemos tres Yunes en la Senaduría...
En otrora, cualquiera diría que serían candidatos naturales a suceder a Javier Duarte de Ochoa... me refiero a los dos Yunes priistas...
Porque en el caso de Chiquinando Yunes Márquez, tiene todo para ser el ungido del PAN en el 2016... joven, buena imagen, entrón... habrá que ver el papel que desempeñe en el Senado y que repercuta sobre todo en Veracruz. ¡Vamos! En este momento, va solo y su alma sin panista que le haga sombra.
No así Héctor y Pepe.
Yunes Landa ya alzó una vez la mano para postularse entre los precandidatos a la gubernatura al lado de Javier Duarte de Ochoa... el final de esa historia ya todos la sabemos.
A Yunes Zorrilla le faltó “la pasión” que le puso a esta contienda en el proceso del 2010... pudo haber sido un buen prospecto.
Héctor es un político maduro pero no por ello reñido con la juventud con la cual siempre se ha apoyado. Pepe es un joven político de impresionante carisma en su entorno... sólo le falta despegar, salir del nido...
Como políticos, ambos son buenos aunque con algunas diferencias muy claras (dentro de lo político) que los separan: Uno, tiene un cuadro impresionante de colaboradores; el otro no... uno, transpira la ambición, el deseo y el apasionamiento por querer ser; el otro se dice nomás apasionado... uno, es rebelde pero sabe disciplinarse cuando hay que hacerlo; el otro se pasa de disciplinado y educado.
Así las cosas, conforme avance el tiempo, se habrá de ir definiendo quién de los dos alzará la mano para el 2016... Pero...
Sí... habíamos dicho al principio que otrora, cualquiera de ellos dos podría ser el candidato natural... salvo por algunas detalles que cambian el prisma de las cosas tras la elección presidencial... para los priistas, hemos de suponer, acabó su virreinato; Peña Nieto y compañía habrán de darle otro cariz a la sucesión gubernamental.
Aquí es donde surgen dos figuras: Jorge Carvallo Delfín y Alberto Silva Ramos.
¿Se puede imaginar a alguno de estos dos personajes como candidato a la gubernatura de Veracruz? ¿No? Pues inténtelo porque bien lo dijo el filósofo de la salsa: “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios”.
Jorge Carvallo a lo mejor no sea cuate-cuate de Peña Nieto ¿pero qué tal de Carlos Salinas de Gortari?
Alberto Silva guarda estrecha relación con la familia Del Mazo y éstos a su vez, con Peña Nieto.
¿A dónde cree que habría de inclinarse la balanza de Javier Duarte de Ochoa a la hora que tenga que sugerir a un sucesor? ¿al político (entiéndase cualquiera de los dos Yunes)? ¿al político-amigo (léase Alberto Silva) ¿o al amigo del Poder en Los Pinos (porque no creemos que ya hayan limado asperezas Javier y Jorge)?
La respuesta la ha de dar el tiempo así como los siguientes movimientos que se den dentro del Gabinete estatal, en el Congreso estatal, pero sobre todo, en el Gabinete de Peña Nieto...
Mientras, Chiquinando inicia con ventaja... si él quiere.

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