Ampudia y yo

Salvador Muñoz
Los Políticos

Enrique Ampudia Mello y yo, tenemos mucho en común...
Deje que le cuente el porqué y a la vez, permita que empiece, por esta ocasión, por mi persona.
El viernes por la noche, mi cuñada llegó con tres “frapuchinos”... uno de ellos era para mí... inmediatamente pregunté si llevaban para mi suegra y asintió... le pregunté a mi esposa si quería, y se negó... ninguna de las dos se percató de mi insinuante negación a tomar el frapuchino... habrá pasado más de una hora y la bebida seguía intacta hasta que fui cuestionado por mi mujer... “¿no te lo vas a tomar?”... lo tomé y acabé.
Una hora más tarde, era víctima de cólicos que me llevaron al baño y después a retorcerme en la cama... ¡lo sabía! ¡lo sabía! el frapuchino había sido preparado con leche entera... ¡soy intolerante a la lactosa!
II
En la transcripción de una conversación entre Miguel Ángel Yunes Linares y Enrique Ampudia Mello, el actual subsecretario de Gobierno de Javier Duarte, habla al neopanista y en términos concretos, se pone a las órdenes de su ex jefe.
Palabra por palabra es llevada el jueves a las páginas del “Notiver” lo que provocó que una acción tan simple entre dos amigos, compañeros, camaradas, fuera puesta en tintes políticos que de seguro, provocaron la molestia en uno... o siendo más precisos: en el 1, más cuando el 3 evidencia afecto, cariño y respeto por quien fue rival de Duarte en la contienda por la gubernatura de hace dos años.
Y si Yunes Linares quería reflectores, lo consiguió.
Lo más raro es que fuera Enrique Ampudia Mello, con todo y la experiencia, inteligencia y sensibilidad que caracterizaban, quien le diera tal cantidad de luz...
Lo terrible es que el político que se supone sea el conciliador, negociador, el del tejido fino de gobierno del Estado, en su aclaración de este viernes al diario “Notiver”, vuelve a ésta, una declaración ¡de guerra!: “A partir de hoy, me puede incluir en su ya larga lista de adversarios”.
Ampudia Mello tacha a Miguel Ángel Yunes Linares como un “hombre peligroso”... extraña calificación de quien compartió el pan y la sal durante más de una década con Yunes Linares...
III
La Chica del Dragón Tatuado... novela llevada al celuloide... un pasaje: El investigador es sorprendido por el asesino serial justo cuando sale de su casa... el criminal invita al intruso a tomar una copa, y éste, aun sabiendo que está ante un hombre sumamente peligroso que goza con el sufrimiento de los demás, acepta... atado, en un espacio diseñado para la tortura, el asesino serial cuestiona al investigador: “¡Eres como todos! ¿Por qué aceptaste una copa? ¿Qué pensabas? ¿Por qué lo hiciste?... ¿Quizás el temor a la descortesía, quedar mal ante la mirada del otro es más fuerte que el miedo al dolor?”
IV
Si ya llegó hasta aquí, verá en qué nos parecemos Enrique Ampudia y yo... a mí, por no querer ser descortés, me tomé un frapuchino que me provocó fuerte dolor de estómago y diarrea... Ampudia Mello, por ser cortés con su ex jefe, le provocó no sólo un dolor de cabeza, sino cagarla con una carta que en lugar de ayudarle, lo deja mal parado porque le ocurre lo mismo que al investigador ante su asesino serial... sabiendo que Yunes Linares es “peligroso” (así lo califica él), ha comido de su mesa...å