Pavón, Yunes y petroleros de Mina: cuentas pendientes

José Luis Ortega Vidal
Claroscuros

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Pablo Pavón Vinales fue sometido a un proceso judicial en el contexto previo a las elecciones federales del 2012.
El 27 de mayo del 2011 el ex dirigente de la Sección 10 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Méxicana (STPRM) fue encerrado en el penal Duport Ostion de Coatzacoalcos.
Se le acusó de un fraude al organismo gremial que alguna vez encabezó bajo el estilo caciquil que caracteriza al sindicalismo mexicano.
Pero también fue señalado como responsable del presunto secuestro virtual de un obrero de PEMEX y de poseer armas prohibidas por la Ley; concretamente porque al momento de su captura tenía en su poder una escuadra calibre 3.80.
Salvo el caso del presunto fraude, el resto del proceso legal en contra de Pavón Vinales se vino abajo.
Debido a ello, fue liberado el 2 de abril del 2012; poco después de 10 meses de permanecer preso.
Continúa su proceso por el presunto manejo fraudulento de un millón de pesos de la Sección 10, pero ha pagado una fianza de 210 mil pesos y –respecto a ese tema- enfrenta la Ley en libertad.

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El encarcelamiento y liberación de Pablo Pavón Vinales no sólo tiene una explicación judicial.
Se trata, evidentemente, de un asunto político y esa es la ruta que se debe seguir para analizar las posibles consecuencias de esta historia.
En el 2010, Pavón Vinales retó al PRI y a la Sección 10 del STPRM en particular, al lanzarse como candidato del PAN a la Presidencia Municipal de Minatitlán.
En algún momento, se pensó que derrotaría al candidato priista, el petrolero Leopoldo Torres –de origen poblano y con una añeja residencia en Minatitlán-.
Sin embargo, “Polo” Torres –quien había solicitado licencia como diputado local- sacó la casta y ganó.
Este triunfo le dio oxigeno político puro a la Sección 10 que encabeza “moralmente” Jorge Wade y permitió que los petroleros obtuvieran la candidatura a diputado federal para su “líder” formal: Noé Hernández González.
De nueva cuenta, los petroleros minatitlecos entregan buenas cuentas al haber convertido a Noé en el candidato triunfante en los comicios del pasado primero de julio.
Sin embargo, la fiesta no se pudo complementar con el triunfo de Enrique Peña Nieto en el distrito XIV.
Así las cosas, los petroleros ganan la diputación pero pierden la elección del abanderado presidencial y esa derrota pesa en su contra.
En el distrito de Minatitlán, como ocurrió en Cosoleacaque y Coatzacoalcos, el triunfo fue para Andrés Manuel López Obrador.
¿Qué tanto pesa este voto diferenciado?
Eso se sabrá en los meses por venir.
Hoy se sabe –por ejemplo- que Leopoldo Torres quiere ser candidato a Diputado Local por Minatitlán y dejar en la Presidencia al Síndico o a su suplente.
Se sabe –también- que Noé Hernández González desea ser Alcalde de Minatitlán y pondría la diputación federal en manos de su respectivo suplente.
Estos enroques son jugadas de Jorge Wade, que alejan al “líder” formal de la Sección 10 de este territorio y consolidan su liderazgo “moral”.

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¿Y Pablo?
Hay un dato importante para vislumbrar una de las posibles respuestas a esta duda.
En el estado de Veracruz, Enrique Peña Nieto no sólo perdió el distrito XIV de Minatitlán; fue derrotado en la entidad que representa la tercera reserva electoral del país.
Josefina Vázquez Mota ganó los comicios federales en Veracruz y su representante y operador fue Miguel Angel Yunes Linares cuyo hijo, Fernando Yunes Márquez, es Senador Electo –como primera minoría- por el estado.
Como se sabe, Miguel Angel Yunes Linares fue quien impulsó a Pablo Pavón Linares como candidato a Alcalde de Minatitlán en las elecciones del 2010.
El plan incluía mandarlo como abanderado panista a la diputación federal en el 2012.
Preso Pablo, no hubo rival ni operadores fuertes que se enfrentaran al PRI en el distrito XIV.
Esa jugada les salió bien a los jefes de la Sección 10.
Pero el 2013 pinta para una historia diferente.
Los petroleros de Minatitlán enfrentarán un escenario diferente: Pablo está libre; sus abogados trabajarán para resarcir sus derechos electorales; los Yunes con su control sobre el PAN estatal ya están al acecho.
A esto, hay que añadir que los enemigos políticos de la Sección 10 al interior del propio PRI los han visto entregar malas cuentas en la campaña de Enrique Peña Nieto y usarán este argumento para disputar las posiciones que vienen.
Flavino Ríos es uno de sus rivales.

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Al salir de la cárcel en abril pasado, Pablo Pavón dijo que se dedicaría a todo menos a hacer política.
¿Usted le creyó?
Yo tampoco.