lunes, 22 de octubre de 2012

¿Dónde quedó la bolita?

Jorge Arturo Rodríguez 
Tierra de Babel

Con esto de la reforma laboral, la verdad es que ya no sé dónde quedó la bolita, dónde y cómo quedó exactamente el trabajador, el asalariado, el jornalero, el empleado –hoy más que nunca utilizado, explotado- temporal, incluso qué pex con el desempleado, vaya, qué onda con la prole, apá… Pero seguro es que los dueños del dinero estarán moviendo a su antojo la bolita, disfrazados de caritativos, piadosos, filántropos, en plena ayuda y asistencia, cual superhéroes, del necesitado, de los grupos vulnerables –que se van engrosando y proliferando-, de los probes, de los chingados jodidos mexicanos pata rajadas. Vaya, que hasta serán humanos y nos seguirán dando dádivas y migajas, jamás oportunidades porque así no es la cosa, la situación es que todo permanezca como está o que se ponga mejor, pero para la mínima minoría y peor para la mayoría. En esta voraz avaricia, nuestros políticos y gobernantes contribuyen, pos qué caray, a la distribución –iba a decir comercialización- a modo de la riqueza… O sea, mil pa’ allá, mil pa’ acá… 
Se ha preguntado en qué punto de la reforma laboral se encuentra usted, cómo y en qué circunstancia quedará si es que se lo permiten… El monero El Fisgón lo ilustró muy bien en una de sus entregas a la prensa, que tituló “Facilitando despidos”, donde un empresario lee la reforma laboral y señala al empleado diciendo: “Esta reforma tiene candados innecesarios… Ahí donde dice outsourcing, debería decir simplemente ¡out!”
Ya ven, o sea, demos tiempo al tiempo y espero lo podamos comentar. Y eso nos pasa o nos pasará a nosotros los “normalitos”, imagínense con las personas con discapacidad. En la torre. Por lo pronto, les cuento que hace unos días en Guadalajara, una comitiva de alrededor de 150 miembros de la Asociación Deportiva, Cultural y Recreativa Silente de Jalisco AC, se desplazó por las principales avenidas para celebrar el Día Internacional de las Personas Sordas y la Lengua en Señas, mientras que al frente, el enmascarado Súper Sordo abría paso a los marchantes y saludando a los automovilistas que no repararon en manifestar su molestia por la afectación al tránsito.
Laura Helena Soto, presidenta de Educación Incluyente AC., expresó: “Aquí estamos para demostrarle a la sociedad que los sordos no son menos que los oyentes, porque tienen muchas capacidades y habilidades y también tienen derecho a estudiar, lo vamos a hacer valer en el Congreso, y en todos los niveles de gobierno. Tenemos el compromiso de por vida de defender los derechos de las personas sordas”.
Recuerdo entonces que hace poco, José Antonio Rodríguez Salas, alcalde de Jun, España, manifestó que en México existe una sordera crónica y una miopía por parte de los políticos que no llegan a conectar con los ciudadanos, por lo que debe cambiarse la forma de gobernar y la forma de hacer política con los ciudadanos y no solamente trabajar pensando en ganar las elecciones y obtener un beneficio personal. El alcalde de Jun destacó que “hay un problema en la política mexicana, porque no precisamente las personas con mejor formación y con mejor credibilidad son los candidatos, al final son elegidos los candidatos que van a servir mejor al partido”. (alcalorpolitico.com).
¿Será cierto? Por lo pronto todos sabemos que a palabras necias, oídos sordos, ¿no? O como dijo Stefan Zweig, aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanidad. No, pos sí. Y en México nos hacemos como que la Virgen nos habla. Entonces, ni pa’ dónde correr…
Por lo pronto, ahí se ven.

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx







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