miércoles, 27 de marzo de 2013

Américo, Dulce y los otros

Salvador Muñoz
Los Políticos

Haciendo cuentas, a ojo de buen cubero, lo que venía a ser, al menos en Xalapa, una elección entre dos, todo parece indicar que será mínimo de cinco.
El choque de trenes, todo indicaba, se daría entre Américo Zúñiga Martínez y Dulce María Dauzón hasta que se registró Abel Cuevas Melo por el PAN. Se espera también la participación de Alfonso Vázquez Cuevas por el AVE. También está Edith Rodríguez, por el PT... ¡ah! y Uriel Flores Aguayo abre la posibilidad también de participar ahora por el PRD de Vergel Pacheco, y para no ser omisos, y darle sabor al caldo, incluimos al PRD patito de Sergio Rodríguez, que hasta donde se recuerda, se habían apuntado Marcos Salas y el Otero Ciudadano, Carlos Luna Escudero.
Ante un escenario de varios candidatos se abre el panorama para muchos y se cierra para otros la posibilidad de que el voto deje de concentrarse en dos para “repartirse” en otros.

Para algunos, el mayor beneficiario, sería Américo Zúñiga Martínez; para otros, la mayor perjudicada sería Dulce María Dauzón, quien tan solo en la precampaña ha levantado mucha expectativa entre un sector de la población que no ve con agrado al PRI en el ayuntamiento.
Pero, veamos a los otros contendientes:
El coatepecano Abel Cuevas Melo. Sí... puede que tenga residencia efectiva en Xalapa, como lo marcan los cánones electorales, pero quitarse su oriundez es un poco difícil, pero no extraña... recordemos que en el pasado proceso electoral, para diputado federal, el PAN mandó a competir a una vecina de Poza Rica ¡por Xalapa! Y no les fue tan mal...
Cuevas Melo también gusta de llevar sus amistades al extremo, si no, baste recordar cuando una asistente del entonces delegado de Sedesol fue atacada sorpresivamente por Mónica Villa Corrales, subdelegada administrativa de Conagua... sí, la misma dama que le hizo un “escandalito” al coatepecano tras salir de misa en Las Animas, sólo porque Abel tuvo la ocurrencia de seguir con la mirada a otra mujer de vestido entallado.
En el caso de Poncho Vázquez Cuevas, cómo olvidar su triste pasaje como el émulo del Señor de las Ligas. Cuando regidor en la administración de Rafael Hernández Villalpando, fue grabado retacándose de billetes de lo cual, nunca supo responder.
La doctora Edith Rodríguez, inhabilitada por diez años para trabajar como servidor público, al parecer por una serie de irregularidades detectadas durante su labor como secretaria de Salud en la administración de Patricio chirinos. Al menos la UV no le vio “pero” alguno para contratarla como académica... ¿o investigadora?
De Marcos Salas, lo que se dice, es que cuando fue diputado federal, utilizó su fuero para presionar para que le dieran contratos de obra a su empresa constructora denominada “Taurus”. Al final, acabó peleándose con Basilio de la Vega.
De Carlos Luna Escudero lo único que hay que comentar es su interés por los xalapeños radicados en Nueva York, pues por allá anda y de seguro les ha de pedir su voto en caso de que sea ungido candidato a la alcaldía por el PRD patito de Sergio Rodríguez.
Uriel Flores está entre tibio y caliente... juega con el “score” y aún espera el milagro del PAN... en alianza con el PRD de Juan Vergel Pacheco.
Perdón, sin ser omisos y desde una perspectiva simple: Tanto Américo como Dulce parecen dos políticos (al igual que Uriel) sin mácula en su historial... sin embargo, ambos incurren en discursos pobres en sus boletines... en el priista, se entiende, pues es el estilo que manejan en este gobierno. en Dulce sorprende pero no tanto, después de todo, su génesis fue de un huevo de dinosaurio.
Ambos, Américo y Dulce, están en tiempo de ofrecernos otra cosa, como más propuestas y menos halagos para sus personas... el verbo “reconocimiento” ya se los gastó Gina en dos años de Gobierno.

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