domingo, 3 de marzo de 2013

Daños colaterales de la bomba perredista...

José Luis Ortega Vidal
Claroscuros

(1)
La bomba que el fin de semana estalló al interior del PRD en Veracruz tiene daños colaterales muy severos.
En Coatzacoalcos el panismo tuvo un pacto que preocupó –en su momento- a los grupos de poder del PRI en el puerto.
Gonzalo Guízar Valladares y Rafael García Bringas acordaron ir juntos en la aventura de las elecciones locales del próximo 7 de julio.
Es más, llegaron al grado de planear una encuesta que definiría el reparto de candidaturas: uno iría por la Alcaldía y el otro por la Diputación Local; según los números.
Ambos ex priístas; los dos con suficientes tablas políticas; uno y otro con un currículum de triunfos y derrotas que forman experiencia y templan el carácter; estaban de acuerdo y se sabían constructores de una dupla sólida para la contienda en la capital sureña de la entidad.
En esas estaban cuando se atravesó la “Alianza Por Ti”.
En ese momento el entusiasmo se desbordó: Guízar y Bringas juntos en una alianza PAN/PRD, se consideró el premio mayor de la lotería y sin haber comprado boleto.
Empero las primeras señales de vientos adversos fueron enviadas por Rocío Nahle, la malograda candidata perredista a la diputación federal por el distrito 11, vencida el dos de julio pasado por Joaquín Caballero Rosiñol.
Si hay alianza quiero ser candidata a la alcaldía, dijo Rocío.
Y esto -desde luego- representó un gancho al hígado del doctor Rafael García Bringas que quedó –literalmente- sofocado.
El galeno supo desde ese instante que el PRD negociaría con Gonzalo Guízar y lo dejarían fuera de la jugada; lo que finalmente sucedió.
¿Cuál fue la lógica que operó al respecto?
Primero, la lógica de la codicia: al ver la carne fresca y cercana, todos los lobos se avorazaron.
Nadie de la oposición pensó en guardar el orden; actuar con prudencia; no adelantar vísperas; hacer equipo común para enfrentar a un enemigo muy fuerte y agazapado: el viejo lobo de mar que es el PRI.
Rocío Nahle escuchó el canto de las sirenas y creyó que los casi 70 mil votos que recibió en los comicios del año anterior, fueron suyos y no de Andrés Manuel López Obrador.
¡Craso error de apreciación!
Colocada frente al tamaño político de Gonzalo Guízar, la dama Nahle no tiene sombra para competir.
De igual modo, puesta frente al tamaño del doctor Bringas tampoco posee argumentos sólidos.
Peso mediano Gonzalo; peso welter Bringas; Rocío apenas llega a peso pluma.
¿Qué hacer, se preguntaron Guízar y Bringas?
El primero apostó a la alianza PAN/PRD; a sumar votos a su causa a como diera lugar y –ni modo- abandonó a su ex aliado en la mar de la incertidumbre.
Gonzalo hizo un nuevo trato con el PRD y les cedió sin problema alguno la candidatura a la diputación local para Rocío Nahle.
El resto del pastel, es decir las regidurías en la planilla que encabezaría Gonzalo, fueron un tema secundario. Ya se repartirían…
Lo importante era que el peso welter ex priísta y ahora panista, lucía como un prospecto de peso completo con la suma de grupos del PRD a su candidatura.
El distrito no les importa a los gonzalistas; van por la alcaldía y harán pacto con quién sea para lograrlo.
Sin embargo, de momento se han quedado solos; sin la alianza por ti; sin los votos perredistas que ésta les generaría y sin Bringas; el viejo aliado.

(2)
En la política los ingenuos no tienen cabida más que para pintar bardas y comprar los refrescos a la hora de las juntas donde se toman las decisiones.
Dolido, el doctor García Bringas movió los hilos de su pasado priista y pactó de inmediato con Erick Lagos su retorno al nido tricolor del que –en sentido estricto- nunca salió.
La plurinominal prometida se convirtió de inmediato en un puesto para Lorenzo Hermida Mayans en la SEDESOL; lo que huele inevitablemente a las tenebras de Miguel Angel Yunes Linares a favor del PRI; de cuya separación sólo se convencieron los inocentes panistas.
Después de lo ocurrido el fin de semana, el doctor Rafael García Bringas debe estar a las carcajadas.
La “Alianza Por Ti” terminó convertida en una caricatura y tiene prometida una plurinominal que le saldría como a él le gusta: gratuita.
Panistas y perredistas desperdiciaron tiempo; incrementaron sus conflictos internos y perdieron cuadros que han sido cooptados por el PRI; lo de Bringas en Coatzacoalcos es sólo un ejemplo; en Acayucan Clemente Nagasaki Condado Escamilla pinta para candidato priista a la diputación y su familia es justamente la propietaria de la franquicia perredista en aquellos lares…
En Cosoleacaque, Esteban Bautista es el “mejor” cuadro con que cuenta el PRD para buscar la diputación local que incluye a los municipios de la sierra de Soteapan.
No obstante, el profesor ha visto disminuir su peso político en la misma proporción en que se ha enriquecido a costillas de las causas populares, en una región tan olvidada que recuerda al México del siglo XIX.
En Minatitlán, el PRD genera un tufo a fracaso y si la alianza con el PAN le generaba un alejamiento del escarnio, el rompimiento con el partido azul lo convierte en un partido más lleno de baches que la avenida universidad en la petrolera ciudad.
Así las cosas, sean cuales sean las decisiones que se tomen al interior del PRI, el Sur luce tricolor gracias al trabajo de sus rivales y a los hilos del poder que los tricolores mueven con una maestría que el PAN y el PRD están lejos de aprender.

(3)
En la increíble y triste historia de los cándidos panistas y los perredistas desalmados, nadie se salva.
El Tribunal Estatal Electoral ha quedado más quemado de lo que ya estaba.
El Instituto Electoral Veracruzano invita a su desaparición: por ineficiente; parcial y muy costoso.
El PRI, de vuelta “al pinche poder”, luce hoy tan mañoso como antaño y además con el control de “las pinches instituciones”.
El PAN -tras la “docena trágica”- luce en Veracruz como una cofradía de muchachos con acné.
El PRD es el partido de la autofagia por excelencia. Si en el PRI se ha dicho siempre que el peor enemigo de un priista es otro priista; en el PRD bien pueden afimar que el perredista más tragón es el que desayuna, come y cena perredistas.
Arbitro en este divertido y patético juego del poder, el TRIFE ha demostrado que Benito Juárez tenía razón: “a los amigos la Ley la gracia. A los enemigos la Ley a secas”. Y desde luego las magistradas que le dieron al PRD la carne del PRD para que se alimentara entre sábado y domingo, nunca olvidarán tan memorable Cuaresma.

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