jueves, 14 de marzo de 2013

Francisco I

Salvador Muñoz
Los Políticos

Quería escribir sobre qué demonios hizo tanto encabronar al gobernador Javier Duarte que llegó con cara de pocos amigos a la presentación del “Plan de Movilidad 360”...
Quizás esa llamada al celular que recibió recién llegando al Museo Interactivo de Xalapa pues fue desde allí cuando se le vio el semblante duro; dado a repartir siempre sonrisas, la tarde de ayer sencillamente se comportó un mucho ávaro.
Pero prefiero pensar que fue la media hora que hizo de la avenida Fray Andrés Olmos al MIX al quedar atrapado en la famosa Avenida Lázaro Cárdenas y vivir en carne propia, el terrible congestionamiento que se sufre en la principal arteria de la ciudad...
Por eso, opté mejor por platicar del Papa Francisco I. Aunque soy un poco apático del sistema religioso que reina en la Iglesia Católica, festejo dos puntos en torno a este hecho que sacudió ayer al mundo entero con el “Habemus Papam”:
1) Celebro que sea Jesuita.
2) Que pertenezca a la orden franciscana.
He tenido oportunidad de conocer a jesuitas y su labor me sorprende pero más, el hecho de lo que San Francisco de Asís ha significado a lo largo de mi vida por con los hermanos animales...
En aras de bromear y siempre respetando la investidura de Francisco I así como su nacionalidad, he de decirle que le encuentro un “pero”: ¡Es argentino!
Si ya tenemos a un argentino que se cree Dios, rematamos con otro que es Papa... ¡van a estar más insoportables!
He aquí una pequeña historia de Jorge Mario Bergoglio, hoy Francisco I:
* Su juego favorito en la infancia, dicen que era el “Yo-Yo”...
* Como todo buen argentino, siempre quiso ser Director Técnico y acabó siendo Técnico Químico...
* Aunque posee dos nacionalidades (argentina e italiana) no puede usar ambas porque con la argentina, la otra ya no le cabe.
* Al poseer otra nacionalidad, le permite ser humilde visitando hospitales y lavando pies a enfermos y presos.
* Aun cuando estudió una carrera técnica, su futuro se aseguró en Aerolíneas Argentinas, pues dicen que cualquiera que vuela fuera del país, acaba siendo actor, modelo, director de cine, escritor o ¡hasta Papa!
* A su padre, trabajador en Ferrocarriles, le dijo un día: “Cuando sea grande, seré como vos... ¡para tener un hijo como yo!”
* Sin embargo, eso no pudo ser posible porque jamás se casó ni casará, no tanto por el celibato que exige la fe católica, sino porque entendió que jamás habrá mujer que lo amara tanto como él se ama...
* Se hizo Jesuita porque entendió que no había un ser más humilde que Jesús porque pudiendo haber nacido en Buenos Aires, optó por hacerlo en Belén.
Y rematamos con el Cónclave:
Dicen que los Cardenales italianos y mexicanos se habían confabulado para decidir quién sería el Papa. Asesorados por los aztecas, los azzurri volverían al reinado y pusieron las reglas del juego: Con la Sección Amarilla de Roma, dependiendo de la nacionalidad del apellido que predominara, se sacaría al Sumo Pontífice... Y ganó Bergoglio ¡Había muchos apellidos argentinos!

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